Histórica medida sobre la indiscutible referencia de la isla de Tenerife: los ascensos a pie a la cumbre del Teide se controlarán para poner coto a los excesos detectados por la saturación de visitantes y la actividad de organizaciones piratas que parasitan el pujante subsector turístico local.
La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, administración que a final de este año completará la asunción legal de las competencias sobre este parque nacional (el más visitado de España), anunció ayer una batería de medidas con esa finalidad que, además, resultan pioneras en todo el territorio estatal respecto a las áreas de montaña, tal y como detallaron fuentes especializas a este periódico.
Básicamente, las medidas consisten en limitar los ascensos a la cumbre a 300 personas diarias, que tendrán que ir adecuadamente equipadas para subir a un pico que, no hay que olvidarlo, se eleva 3.715 metros sobre el nivel del mar y 7.500 metros sobre el lecho oceánico, siendo el más alto de España, el de cualquier tierra emergida del océano Atlántico y el tercer mayor volcán de la Tierra desde su base en el fondo del océano, después del Mauna Kea y el Mauna Loa, ambos en Hawái.
Además, a partir de este sábado hay que registrarse con anterioridad en la aplicación del Cabildo Tenerife On (https://www.tenerifeon.es), cuya activación se prevé para mañana viernes, desde donde se emitirá un documento de reserva/permiso que podrá imprimirse en papel o guardarse en un dispositivo móvil para llevarlo consigo y poder mostrarlo a las autoridades de vigilancia, que estarán presentes en los puntos de control de entrada a los senderos afectados, que son los siguientes: sendero 7 (Montaña Blanca-Pico del Teide); sendero 11 (Mirador de la Fortaleza); sendero 23 (Regatones Negros) y sendero 9 (Teide-Pico Viejo).
Otra novedad fundamental radica en la obligatoriedad de equiparse debidamente, dado que a partir de ahora para subir al pico los usuarios, senderistas y montañeros deberán dotarse de calzado, prendas de abrigo y otros elementos auxiliares necesarios y mínimos para una situación de riesgo en alta montaña invernal, como calzado de montaña adecuado, abrigo, manta térmica, agua, móvil con batería cargada y frontal.
Sin dicho equipamiento, no se podrá realizar el ascenso, y los infractores serán sancionados con una multa de 600 euros, cantidad a la que habrá que sumar, en su caso, las tasas por rescate del Gobierno de Canarias o del Consorcio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de la Isla de Tenerife, que oscilan entre los 2.000 y los 12.000 euros según los medios destinados.
Sobre el cupo de 300 personas diarias, se aplicará en tres tramos horarios (de 9:00 a 16:00 horas; de 16:00 a 00:00 y de 00:00 horas a 9:00), y se reservará un 20% del mismo para las empresas de turismo activo que, lógicamente, tendrán que estar dadas de alta en el registro existente en el Gobierno de Canarias, estar al día con el seguro y las responsabilidad civiles correspondientes, además de tener la acreditación especial para actividades del riesgo que nos ocupa dado que se trata de alta montaña, en un claro afán por terminar con el intrusismo.
Todo ello, en situaciones de normalidad meteorológica, dado que, en caso de alertas activas ante posibles riesgos, estas limitaciones serán todavía mayores, como resulta totalmente lógico.