La asociación de profesionales y empresas que operan en espacios naturales de Tenerife (AOENTE) ha visto con “sorpresa” el anuncio del Cabildo de Tenerife de restringir el acceso de guaguas turísticas a Anaga a partir de enero y han pedido una reunión urgente con la presidenta, Rosa Dávila, antes de fijar restricciones al tráfico.
AOENTE recuerda en una nota que el turismo es el “principal motor” económico de estas zonas y el flujo de visitantes, “gestionado de forma responsable, es una fuente clave de empleo y desarrollo en Anaga”.
De hecho, señala que la actividad turística sostenible beneficia tanto a la economía local como a la preservación del entorno.
La asociación considera que el transporte colectivo turístico “es parte de la solución, no del problema” porque “ayuda a reducir” el número de vehículos privados en la zona, minimiza el impacto ecológico y descongestiona las vías de acceso.
“Prohibir el transporte colectivo podría llevar a un aumento de vehículos individuales, agravando los problemas de movilidad y afectando a la sostenibilidad”, comenta.
Para AOENTE, existen soluciones alternativas a la prohibición y antes de adoptar una medida “tan drástica”, entiende que es fundamental analizar estrategias que ya han sido exitosas en otros entornos naturales de Canarias como sistemas semafóricos, regulando el flujo de vehículos para evitar saturaciones; gestión controlada de accesos implementando un sistema de reservas o permisos para operadores turísticos que garantice un equilibrio entre el acceso y la conservación del entorno o discriminación de transporte colectivo por capacidad –permitir el acceso a guaguas en función de su capacidad y ocupación, priorizando los vehículos de mayor eficiencia–.
En cuanto a las zonas de aparcamientos, la asociación aboga por estudiar y proponer zonas específicas que no supongan una “disrupción” al tráfico diario y limitar los horarios de visita para controlar y evitar la sobrecarga de visitantes.
En su opinión, “restringir el acceso de guaguas turísticas a zonas como Anaga, Masca y otras sin contar con los principales implicados puede suponer un mayor perjuicio que el fin positivo que pudiera perseguirse con esta medida”.
Por ello propone al Cabildo establecer una “línea de diálogo permanente y de estrecha colaboración” entre todos los implicados antes de tomar ningún tipo de medida restrictiva que perjudique a residentes y a quienes desean disfrutar de esos espacios.