El pasado 4 de enero se cerró el plazo para que el ganador de un premio de 162.256.512 euros del sorteo del Euromillones reclamara su fortuna. El boleto, sellado el 4 de octubre en la administración número 2 de Herriko Plaza, en la localidad vasca de Derio, quedó sin dueño oficial, y la cuantiosa cifra regresa ahora a las arcas públicas, como establece la normativa de Loterías y Apuestas del Estado.
El establecimiento, conocido como ‘Amancio Gozokiak’, es famoso por su venta de golosinas y su reputación como lugar de suerte, al haber repartido otros premios anteriormente. Sin embargo, esta vez el ganador no apareció.
Un premio histórico que quedó en el olvido
El boleto acertó la combinación ganadora: 4, 8, 16, 17 y 20, con las estrellas 6 y 1, lo que lo convirtió en el segundo mayor premio del Euromillones entregado en España. Solo fue superado por los 190 millones sellados en Las Palmas de Gran Canaria en 2017, cuando el mayor bote en la historia del sorteo en el país fue reclamado.
Este caso recuerda a otro episodio en el Reino Unido, donde, en julio de 2022, un premio de 230 millones de euros tampoco fue reclamado, convirtiéndose en el mayor bote perdido en la historia del Euromillones. “Qué noche tan increíble para el poseedor del boleto que se ha llevado el mayor premio de Euromillones de la historia”, comentó Andy Carter, asesor de ganadores de Camelot, en ese momento. Sin embargo, la fortuna nunca llegó a cambiar de manos.
Las reglas del Euromillones
Según la normativa, los ganadores tienen un plazo máximo de 90 días para hacer efectiva la reclamación de su premio. En este caso, el tiempo expiró sin que el afortunado acudiera con el boleto ganador, una situación que ha dejado perplejos a los vecinos de Derio, quienes no dejan de especular sobre la identidad del misterioso ganador.
Ahora, el premio perdido servirá para engrosar los fondos del Estado.