La extraña desaparición de dos perras de raza pastor garafiano hace diez días en La Palma mantiene a la familia de Dévora López en un sinvivir. El incidente tuvo lugar en torno a las 15.30 horas en el municipio de Breña Alta, concretamente en el barrio de San Isidro, en la vivienda donde residen su hermana y su cuñado.
Lava y Bimba, madre e hija respectivamente, se encontraban en el terreno de la finca familiar cuando desaparecieron sin dejar rastro en apenas media hora. “Las soltaron un ratito para que estuvieran por allí”, señala López a DIARIO DE AVISOS. “Mi hermana y mi cuñado cerraron la puerta porque hacía un poquito de frío, pero media hora, porque a las 16.00 horas volvieron a salir para meterlas en sus casetas. En ese momento ya no estaban”, detalla.
Sospechas de robo
Tras percatarse de que los canes no estaban donde debían, la familia empezó a buscarlas por los alrededores, pero no las localizaron. “Como no es la primera vez que les da por irse de paseo, mi cuñado cogió la camioneta y salió a buscarlas por el entorno. No las vio ni las escuchó. Alguna vez se han escapado, pero no suelen irse lejos y acaban volviendo ellas solas”, apunta Dévora López.
“Nuestra sospecha es que las robaron. Es imposible que en media hora hubiesen ido lejos, tanto que ni llamándolas nos hubiesen escuchado”, indica la joven. Se da la circunstancia de que aquel día, sin motivo aparente, una de las perras empezó a ladrar, algo que es bastante raro en ella. “Nuestra teoría es que por la mañana habían visto algo y cuando las soltaron fueron hacia persona a la que le estaban ladrando”, explica.
El pastor garafiano, una raza autóctona de la Isla Bonita, suele ser un perro grande, por lo que la familia entiende que puede haber más de una persona implicada en la desaparición de Lava y Bimba. “No sabemos si alguien las tenía fichadas e hizo por robarlas”, sostiene López. No obstante, ni ellos ni sus vecinos vieron a nadie por los alrededores del terreno aquella mañana.

Lava, un regalo tras la erupción
La erupción volcánica de La Palma en 2021 marcó un antes y un después en la vida de Dévora López y su familia. “Lo perdimos todo”, confiesa. Y en medio de la devastación, la llegada de Lava fue maravillosa. “Era un regalo que le iba a hacer mi cuñado a mi hermana y cuando explotó el volcán, como estábamos tan afectados, la fue a buscar antes y se la dio”, recuerda.
El nombre del can no es una casualidad, sino una forma de encontrar algo positivo en medio de la tragedia. “Llegó de cachorrita y para darle un ápice de algo bonito a un momento tan doloroso la llamamos Lava”, revela. Así, la perra se convirtió rápidamente en parte de la familia, ayudándola a sobrellevar las dificultades que estaba atravesando. Luego llegó Bimba, su hija, “que también es muy importante para nosotros”.
Ofrecen 1.000 euros de recompensa
La familia de Dévora López no pierde la esperanza de encontrar a Lava y Bimba. Además, han decidido ofrecer una recompensa económica. “Damos 1.000 euros”, asevera, esperando que este incentivo pueda motivar a alguien con información a dar un paso adelante.
La posibilidad de que las perras hayan sido trasladadas en barco a Tenerife también les preocupa. Una sospecha que se basa en la facilidad con la que se pueden transportar animales entre islas. “Mi hermana preguntó en el muelle y le dijeron que las navieras no piden cartillas”, matiza.
Con todo, la búsqueda continúa. La familia ha tomado medidas para ampliar su alcance, incluyendo denuncias ante la Guardia Civil y la difusión en perreras y clínicas veterinarias. “La Guardia Civil nos dijo que siguiéramos buscando, que ellos lo investigarían”, sentencia López.






