A simple vista parece pan comido. Pero la de guía de turismo es una profesión con mucho oficio. Y no poco intrusismo. En Canarias hay 4.163 licencias registradas.
El Gobierno regional describe que estos trabajadores -predominantemente, autónomos- “tienen la oportunidad de un contacto privilegiado con los turistas y dan a conocer el patrimonio natural y cultural de las Islas, sus tradiciones”. Asumen “la responsabilidad de transmitir no solo una información amplia y veraz, sino también de despertar en ellos el respeto y la pasión” por el terruño.
Se requiere la posesión de una autorización administrativa o habilitación, para cuya obtención se precisa superar un examen o prueba de cualificación que convoca periódicamente la Dirección General de Ordenación y Promoción Turística. Tras la aprobación y publicación del decreto 88/2012, de modificación del 13/2010, esta es la única forma de obtención del carné de guía de turismo: quedó suprimido el procedimiento que permitía a los diplomados en Turismo y otros titulados la obtención directa. Se exige poseer alguno de estos títulos: técnico superior en Información y Comercialización Turística o en Guía, Información y Asistencia Turística, y grado o diplomado en Turismo, equivalente u homologado.
Conforme al principio comunitario de la libre prestación de servicios, los guías de turismo de otros países de la Unión Europea “podrán ejercer la profesión con carácter temporal con motivo de una prestación ocasional y transfronteriza, sin limitaciones innecesarias”. Eso sí, el prestador deberá presentar ante la autoridad competente del Estado miembro de acogida una declaración previa de desplazamiento.
Carecen de la consideración de actividades profesionales propias de los guías de turismo “los servicios de mero acompañamiento y asistencia, que no comprendan información ni orientación turísticas, proporcionada a grupos de usuarios turísticos; las que realicen, ocasionalmente y sin percibir retribución específica por ello, los profesionales de la enseñanza durante visitas formativas dirigidas a grupos de alumnos, o por funcionarios en visitas de carácter institucional; las desarrolladas por los empleados de museos, archivos, bibliotecas o establecimientos análogos, así como de los órganos rectores, de gestión o administración de las categorías integradas en la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos, que faciliten información relativa como objeto principal de su trabajo, siempre que no perciban remuneración específica ni hagan publicidad”.
Laura Bethencourt Yanes se diplomó en Ciencias Empresariales por la Universidad de La Laguna. Después de unos años en Francia, donde se especializó en Patrimonio, Idiomas y Turismo en La Rochelle, regresó a Tenerife en 2015 y sacó provecho de su vocación. Preside la Asociación Profesional de Guías de Turismo de Tenerife (APIT Tenerife), cuyo ámbito de actuación abarca las cuatro islas occidentales del archipiélago canario. “Transmitimos conocimientos y generamos experiencias auténticas que conecten a los visitantes con la esencia de nuestra tierra”, detalla. “Somos embajadores del destino y garantes de la calidad turística”, recalcó en la conmemoración, el 21 de febrero, del Día Internacional del Guía de Turismo. En la gala se entregó el premio José Bethencourt, Pepe el Moño, a Carlos Velázquez. “Es imprescindible que sigamos formándonos, adaptándonos y reivindicando nuestra labor como pieza clave en el ecosistema turístico”, se reafirma en una conversación con DIARIO DE AVISOS. En este escenario, APIT Tenerife se vuelca en “la mejora de las condiciones laborales” y reclama “un mayor reconocimiento” por parte de las instituciones. “El turismo es el motor de nuestra economía y, sin embargo, escasas veces se visibiliza el esfuerzo y la dedicación de quienes, como los guías, son el rostro humano del destino. Es fundamental que se valore nuestro trabajo y que se refuercen las garantías para ejercerlo con dignidad y profesionalidad”. El 20 de mayo adquirieron de la Consejería de Turismo y Empleo una serie de compromisos. “No hay constancia de que se hayan cumplido”, comenta Laura Bethencourt. “Queremos concertar otra cita”. Uno de esos acuerdos consistía en formar a la Policía autonómica: “Al final se va a encargar la asociación, como hacemos con la de La Laguna”. Con ella colabora la concejalía: “Desde el principio nos ha apoyado. Con el inspector hemos compartido unas cuantas sesiones”. La infravaloración resume las quejas del colectivo, que demanda una mayor implicación de las administraciones. “La defensa de nuestra profesión la es también de la calidad del turismo”, señala.