El entrenador del Real Unión femenino, Robert Hernández, fue cuestionado por DIARIO DE AVISOS para analizar la gran temporada de su equipo en la Segunda Federación Femenina, de la cantera del club, del ansiado traslado al campo de La Salud, y de la importancia del crecimiento del fútbol femenino en las últimas temporadas en todas las categorías.
La pasada jornada fue fructífera para el Real Unión ya que de los equipos de arriba fue el único que sumó los tres puntos.
“Así fue. El domingo teníamos la presión extra de que el Elche había tropezado con la UD Tenerife El Rosario y por tanto no podíamos fallar. Teníamos que luchar por la victoria ante el Málaga para acercarnos a los puestos de arriba. La verdad es que fue una jornada redonda para nosotros”.
Restan siete fechas para que concluya la Liga y parece que la lucha por el segundo puesto es cosa de tres.
“Estamos en la pelea por el segundo puesto, aunque el Fundación CD Tenerife pinchó y están a diez puntos de nosotras. Tenemos un enfrentamiento directo con ellas que vendrán a jugar a nuestro campo, y no se podrán despistar, porque en esta Liga cualquiera le gana a cualquiera. Está claro que el margen es grande, pero vamos a intentar arañar puntos para estar lo más arriba posible y acabar en los dos puestos de ascenso”.
El Real Unión afronta una recta final de Liga muy exigente con la visita al Elche en la antepenúltima jornada y recibiendo en La Salud a Olympia y Fundación CD Tenerife en la penúltima fecha. Ahí puede estar la clave para lograr el objetivo.
“La clave está en todas las jornadas. Es un final difícil pero tampoco quiero pensar más allá del próximo partido ante el Levante B. Todos nos estamos jugando mucho, se nota en cada partido que hay mucha tensión y respeto porque la competición está muy igualada. Nosotras tenemos que centrarnos en el partido con el Levante, que es un pedazo de equipo con jugadoras de muy buen nivel. A partir de ahí iremos mirando al siguiente rival”.
La temporada pasada el Real Unión femenino jugaba sus partidos de local en el Argelio Tabares de Santa Úrsula y esta la arrancó en María Jiménez a la espera de poder volver pronto al remozado campo de La Salud.
“Estamos muy agradecidos a Santa Úrsula y María Jiménez por acogernos, pero las dimensiones de los terrenos de juego no son las más idóneas para nuestra manera de ver el fútbol. Los datos dicen que somos un equipo con mejores números fuera de casa que dentro, y hemos intentado darle una vuelta para hacer un equipo en casa y hacer otro tipo de fútbol fuera. Afortunadamente esta anómala situación acaba, porque la semana que viene ya podremos ir a ese campo que tanto deseamos y dar forma a todo lo que llevamos trabajando día tras día”.
¿El objetivo a corto plazo del Real Unión femenino es el ascenso a Primera Federación?
“Más que un objetivo a corto o largo plazo es una obligación por la historia que hay detrás de este club, por saber de donde viene con ese nombre como es el del Tacuense, un club que ha hecho historia en el fútbol canario. El año pasado se hizo una plantilla para no descender y acabamos luchando con los tres primeros. Esta temporada nos hemos reforzado un poco más y hemos dado un salto de calidad en todas las líneas, como han hecho el resto de equipos. Está claro que el nivel del fútbol femenino ha aumentado por lo que cada vez es más difícil ganar. Si no lo conseguimos este año, lo seguiremos intentando para poner al Real Unión donde se merece”.
¿Cómo trabaja el Real Unión su cantera?
“Somos un club que cuenta con un equipo por cada categoría, reclutando a una gran cantidad de niñas y siendo una de las canteras más potentes de Canarias. Todo ello se refleja en el primer equipo con jugadoras que llevan toda su vida en el Real Unión o el Tacuense, por lo que nos sentimos orgullosos de ello”.
¿El equipo se siente respaldado por sus aficionados cuando juegan de locales?
“Es verdad que el año pasado se tenían que desplazar a Santa Úrsula y este año a María Jiménez. Extrañamos mucho ese calor que nos daba el barrio de La Salud, un barrio futbolístico que le gusta ver a su Tacuense y Real Unión. Esperemos que la gente se acerque a vernos y nos den un empujón más para la recta final de liga”.
La evolución del fútbol femenino está siendo imparable en los últimos años. ¿Cómo valora este fenómeno?
“A diferencia del año pasado en éste noto un cambio abismal en el nivel de los equipos. Todos mejoran, hay más nivel, y se trabaja con mejores condiciones. La temporada pasada habían futbolistas pasadas de peso y este año compiten auténticas atletas, jugadoras muy físicas, lo que ha supuesto un salto de calidad increíble. Insisto que la inyección económica y de recursos se tiene que generar desde abajo, porque a mi entender se ha puesto muy pronto en las categorías superiores. El futuro del fútbol femenino está en las escuelas, en las categorías de alevines e infantiles, que son los que darán una base sólida para poder seguir aumentando el nivel del fútbol femenino”.
¿Cómo le gusta a Robert Hernández que juegue su equipo?
“Vengo de estar seis años en el CD Tenerife con unos jugadores de un nivel técnico muy alto, y yo no concibo el fútbol de otra manera: fútbol posicional, atacar e ir a por los rivales y generar ocasiones. El propósito es intentar ver a un equipo de fútbol femenino combinativo y posicional. Estamos trabajando con eso para que se pueda ver a un equipo que trata mejor el balón. Cuando el equipo sale fuera y hay campos que te permiten hacer ese juego, nos abrimos un poco más, el fútbol es más combinativo, y tratamos de someter a los rivales. Por contra, en casa somos un equipo más agresivo, más directos, y tratamos de adaptarnos a lo que tenemos y a las circunstancias”.
¿Se encuentra a gusto trabajando en un club como el Real Unión?
“La verdad es que estoy muy a gusto. Es un club que cuenta con gente muy buena, con gente humilde que me da muchos recursos pese a los inconvenientes que hemos tenido. No ha sido fácil. Recuerdo que el año pasado estábamos entrenando en un campo con mucha luz, a la espera de toda esa obra que ya lleva casi más de dos años. Es un club que tiene palabra, que siempre está ahí para echar una mano, que dejan trabajar, que tienen paciencia, que creen en los proyectos, que hoy en día es muy difícil. Desde un primer momento me han dado plena confianza para poder trabajar estando en las buenas y en la malas”.