Aunque es una glándula pequeña, la próstata desempeña un papel vital en la salud del hombre. Sin embargo, sigue siendo una de las partes del cuerpo masculino más olvidadas en los chequeos médicos rutinarios. Según los expertos, más del 13% de los hombres mayores de 50 años no acude a sus revisiones urológicas anuales, a pesar de que este control puede detectar a tiempo enfermedades que afectan profundamente la calidad de vida.
Una de las condiciones más comunes asociadas al envejecimiento masculino es la hiperplasia benigna de próstata (HBP), una patología no cancerosa que se caracteriza por el agrandamiento de la glándula prostática.
El doctor Guillermo Conde, jefe del Servicio de Urología de los hospitales Quirónsalud Tenerife, Quirónsalud Costa Adeje y Quirónsalud Vida, define esta enfermedad como “un crecimiento no canceroso de la próstata que puede comprimir la uretra y dificultar el paso de la orina, provocando síntomas del tracto urinario inferior como chorro débil, urgencia para orinar o sensación de vaciado incompleto”.
Más allá del envejecimiento: factores de riesgo y síntomas
La HBP comienza a desarrollarse habitualmente a partir de los 45-50 años y su prevalencia aumenta con la edad. Factores como los antecedentes familiares, la obesidad, la diabetes tipo 2 o el sedentarismo incrementa significativamente el riesgo de padecerla.
Los síntomas de esta patología afectan directamente a la calidad de vida. El aumento de la frecuencia urinaria, sobre todo durante la noche (nicturia), el goteo postmiccional, la sensación de vaciado incompleto, la urgencia o incluso la retención urinaria, pueden interferir con el sueño, limitar la vida social y provocar irritabilidad o fatiga crónica.
Cuando estos síntomas se vuelven persistentes o no responden adecuadamente al tratamiento farmacológico, es necesario valorar una intervención quirúrgica.
“Indicamos cirugía cuando los síntomas son moderados a severos y no mejoran con medicación, o si existen complicaciones como infecciones recurrentes, retención urinaria o deterioro de la función renal”, señala el Dr. Conde, recordando que la hiperplasia benigna de próstata ya se trata en Canarias con las técnicas más innovadoras.
HOLEP: precisión y seguridad con láser
Una de las técnicas más eficaces e innovadoras en el abordaje quirúrgico de la HBP es HOLEP (Holmium Laser Enucleation of the Prostate), que consiste en la enucleación del adenoma prostático utilizando un láser de holmio.
“Con HOLEP podemos extraer el tejido que obstruye la uretra desde su base hasta la cápsula prostática. Luego, lo fragmentamos y lo eliminamos a través de la uretra, sin necesidad de incisiones externas”, explica el doctor.
Este procedimiento mínimamente invasivo se ha convertido en una de las opciones preferidas para tratar próstatas de gran tamaño (más de 80-100 gramos) y en pacientes anticoagulados, ya que el riesgo de sangrado es muy bajo.
Entre sus principales ventajas destacan el menor sangrado, la corta estancia hospitalaria, la rápida recuperación postoperatoria y la posibilidad de tratar próstatas de cualquier tamaño, incluso en casos complejos.
Aunque es una técnica segura, puede generar algunas complicaciones como infecciones, estenosis uretral, incontinencia urinaria transitoria o eyaculación retrógrada. No obstante, el Dr. Conde aclara que “ La afectación de la función eréctil del paciente es infrecuente”.
AquaBeam: la tecnología del agua al servicio de la próstata
Otra técnica que ha ganado protagonismo es la hidrablación prostática con sistema AquaBeam, un procedimiento de última generación que utiliza un chorro de agua a alta presión, guiado por ecografía, para eliminar de forma precisa y selectiva el tejido prostático obstructivo.
“La gran ventaja de AquaBeam es que no utiliza calor ni láser, por lo que preserva mejor las estructuras relacionadas con la función sexual. Su impacto sobre la eyaculación es mínimo, y esto es un aspecto cada vez más valorado por los pacientes”, apunta el Dr. Conde.
Este tratamiento está indicado principalmente en próstatas de tamaño medio (30-80 cc), aunque también puede aplicarse en casos más complejos, siempre que la anatomía del paciente lo permita. Es una técnica especialmente útil para hombres jóvenes que desean mantener su función eyaculatoria y que presentan una próstata agrandada sin otras complicaciones añadidas.
“Se trata de un procedimiento rápido, con muy poco sangrado y un postoperatorio muy favorable”, resume el especialista.
Cirugía robótica Da Vinci: máxima precisión en casos complejos
En los casos en los que la próstata es de gran volumen o presenta una anatomía compleja, la cirugía robótica con el sistema Da Vinci se presenta como una de las alternativas más avanzadas y eficaces.
A través de una prostatectomía simple asistida por robot, se extirpa únicamente el adenoma prostático, conservando el resto de la glándula y evitando así tratamientos más agresivos.
“La cirugía robótica ofrece una precisión quirúrgica milimétrica, con una mínima agresividad. Permite tratar próstatas muy grandes más de 150 gramos con menor dolor postoperatorio, menos sangrado y una recuperación más rápida”, detalla el Dr. Conde.
Además, esta técnica suele indicarse cuando otras opciones mínimamente invasivas no están recomendadas o han fracasado, siendo una solución segura incluso para pacientes con antecedentes quirúrgicos o condiciones especiales.
Una recuperación más rápida y respetuosa
Uno de los aspectos más valorados por los pacientes que se someten a estas nuevas técnicas quirúrgicas es la recuperación postoperatoria. Frente a las cirugías tradicionales, las opciones actuales permiten una reincorporación más rápida a la vida cotidiana, menor dolor y una estancia hospitalaria más corta.
“La tecnología aplicada a la cirugía prostática ha dado un salto cualitativo. Hoy podemos ofrecer tratamientos altamente eficaces que no solo resuelven los síntomas, sino que respetan la calidad de vida del paciente, incluida su función sexual”, señala el Dr. Conde.
En este sentido, el compromiso de los equipos de Urología como el de Quirónsalud Tenerife, Costa Adeje y Vida, es ofrecer una atención personalizada, cercana y basada en la evidencia científica.
“En nuestros centros disponemos de los recursos más modernos y de un equipo multidisciplinar que estudia cada caso individualmente. Queremos que cada paciente recupere su bienestar lo antes posible”, concluye el especialista.
Hacia una urología más precisa y humana
La hiperplasia benigna de próstata ya no es una condición que deba asumirse como parte inevitable del envejecimiento. Gracias al desarrollo de nuevas tecnologías como HOLEP, AquaBeam o la cirugía robótica, los hombres disponen de un abanico terapéutico amplio, preciso y seguro para recuperar su calidad de vida.
Estas técnicas no sólo son eficaces, sino que también representan un cambio en la filosofía médica: tratar al paciente con el menor impacto posible, respetando sus funciones vitales y su bienestar emocional y social.
Con todo, el Servicio de Urología de Quirónsalud Tenerife dispone de un equipo multidisciplinar altamente cualificado, especializado en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades del aparato urinario y retroperitoneo en hombres y mujeres, así como del aparato reproductor masculino y de las disfunciones del riñón y sus estructuras asociadas.