Casi 70 personas afectadas y 100.000 euros desaparecidos. Es el balance provisional de una presunta estafa cometida por una agencia de viajes ubicada en el municipio de Yaiza, en Lanzarote, que ofrecía billetes de avión que nunca llegaron a emitirse. El caso ha sido denunciado ante la Guardia Civil, que ya ha iniciado una investigación y mantiene en busca y captura al propietario de la empresa, según informa RTVC.
Los afectados, al menos 68 clientes, aseguran que confiaron en esta agencia para organizar sus vacaciones o viajes familiares, entregando dinero a cambio de supuestas prerreservas. Sin embargo, nunca llegaron a recibir los billetes definitivos. Algunas víctimas incluso se manifestaron este jueves en Playa Blanca, reclamando justicia y explicando públicamente cómo fueron engañadas.
Una estafa meticulosa
El método, según relatan los denunciantes a RTVC, era siempre el mismo: tras un primer contacto, entregaban el dinero y recibían un justificante de prerreserva. Pero con el paso de los días, la comunicación con la agencia desaparecía. Al acudir en persona a la oficina, se encontraron con que el local había sido vaciado y los perfiles en redes sociales eliminados. Las compañías aéreas consultadas confirmaron que los billetes no existían, ya que nunca se llegaron a pagar las reservas.
En algunos casos, el daño ha sido mucho mayor que el económico. Como el de Isabel, una mujer que viajó a Lanzarote para ver a su hija y ahora no puede regresar a su país. O el de Gilberto, cuyo hijo y cuñado perdieron su empleo por no poder regresar a tiempo tras sus vacaciones.
El responsable, en paradero desconocido
El propietario de la agencia, sobre el que pesa una orden de búsqueda, solo dejó un mensaje a algunos clientes en el que afirmaba estar en bancarrota y no tener forma de devolver el dinero. La Guardia Civil continúa recopilando pruebas y testimonios para esclarecer el alcance total del fraude y localizar al responsable.
El caso ha generado gran indignación en la isla y pone en evidencia la vulnerabilidad de los consumidores ante este tipo de engaños, incluso cuando las transacciones se hacen en oficinas físicas y con apariencia de legalidad.