Comienzo esta semana entre la indignación más cabreante y una tristeza frustrante por la tragedia vivida en la querida isla de El Hierro. Llevamos años y años con la cruda realidad de la inmigración irregular ante nuestros ojos y no aprendemos, ni somos capaces de hacer algo efectivo para que pare esta tragedia humana. Y me da pena que esta realidad y las desgarradoras imágenes que nos está ofreciendo las estemos viendo y asimilando como un hecho habitual que, aunque estalla ante nuestros ojos, miramos para otro lado. Recuerdo, una vez más, lo que me respondió el único obispo católico de Mauritania, monseñor Albert Happe, cuando hace años, en Nuakchot, le pregunté qué podríamos hacer para que esa buena gente no viniera hacia acá jugándose la vida en una patera, y me respondió lacónicamente: “Muy sencillo: hagan ustedes que esta gente tenga algo que perder aquí”.
No olvidemos que nosotros éramos los emigrantes
Pero parece, por lo se ve y lo que se siente, que nuestras autoridades (de todos los partidos) no terminan de ponerse de acuerdo para encarrilar de alguna manera lo que está pasando hacia una solución (que no será fácil), pero que debemos buscar entre todos. Nuestro Atlántico no puede seguir siendo un cementerio de inmigrantes y Canarias no puede seguir siendo, de hecho, una “cárcel no querida” de menores y no tan menores migrantes, que lo único que quieren es salir de una muerte casi segura para buscar y encontrar una vida digna. Veo la realidad de la política en España y la realidad de la inmigración, y me da pena de la sociedad que entre todos estamos construyendo y nos estamos dando. El filósofo español Julián Marías dijo que “lo que más me inquieta es que en España todos se preguntan ‘¿Qué va a pasar’ y casi nadie pregunta ‘¿Qué vamos a hacer?’” Hagamos algo entre todos y recordemos que, durante muchos años, nosotros, los canarios y canarias, fuimos los que emigramos. Y que fuimos acogidos.
Movimientos “alcaldables” en La Guancha y La Laguna
Lloverá mucho hasta llegar al 23 o el 30 de mayo de 2027, fechas en las que, presumiblemente volveremos a tener elecciones locales. Pero, palabrita del Niño Jesús, ya se están produciendo “maniobras orquestales en la oscuridad” en más de un par de municipios. El recién elegido nuevo presidente del Partido Popular en Tenerife, Lope Afonso Hernández, se ha encontrado de sopetón con la renuncia de Antonio Hernández (PP) a la alcaldía de La Guancha y tiene que lograr que la misma siga estando en manos del PP. Pero Lope Afonso sabe también que, de cara al futuro, tiene al menos tres ayuntamientos más, a los que debe atender con inteligencia y rapidez de cara al 2027, y que dos de ellos son Santa Cruz de Tenerife y La Laguna. En La Laguna, por cierto, el martes, Coalición Canaria vuelve a elegir a su secretario general. Parece que todo apunta a que será reelegido Fran Hernández, pero, detrás de esa elección, hay más tela que cortar. Mientras tanto, el alcalde Luis Yeray Gutiérrez, tranquilito y viéndolas venir.
Unas Fuerzas Armadas modernas y “Cultura de Defensa”
Cambio de tercio y, antes de nada, como suelo hacer cuando me meto en este militar terreno, un recordatorio explicativo para quienes, por ignorancia o falta de información, no terminan de entender el verdadero papel que, en la actualidad, protagonizan nuestras Fuerzas Armadas. Estoy hablando de unas Fuerzas Armadas modernas, totalmente fieles a nuestra democrática Constitución Española, y leales al Gobierno elegido democráticamente en las urnas, sea de la ideología que sea y conformado por las formaciones políticas que sean. Unas Fuerzas Armadas que, bajo el mando supremo del Jefe del Estado, Su Majestad El Rey Felipe VI, están totalmente entrenadas y permanentemente preparadas para la defensa y seguridad de España, desde el nuevo concepto de la “Cultura de Defensa” (en los aspectos de presencia, vigilancia y disuasión) y estar cada día al servicio de España y de toda la ciudadanía española, hayan votado en las urnas lo que hayan votado. A partir de esta aclaración, que creo siempre conveniente, seguimos con nuestro relato de hoy.
Todo ya en marcha para el gran DIFAS 2025 en Tenerife
Hay que recordar que cada año por estas fechas se celebra en toda España el Día de las Fuerzas Armadas (DIFAS), que se desarrolla durante casi una semana, con actos de todo tipo. Cada año, el “acto central” consiste en un gran desfile militar que, desde la ciudad que lo acoge, se transmite para toda España y el mundo, a través de la “señal institucional” que ofrece Radio Televisión Española (RTVE). La última celebración del DIFAS en Santa Cruz de Tenerife fue exactamente en 1986, en cuyo desfile, el hoy Rey Felipe VI, participó en calidad de Príncipe de Asturias como Caballero Cadete de la Academia General Militar. El pasado septiembre, el alcalde chicharrero, José Manuel Bermúdez, cursó una invitación a la ministra de Defensa, Margarita Robles, ofreciendo la ciudad de Santa Cruz de Tenerife para la celebración del DIFAS 2025. Un par de meses después, recibió la respuesta positiva y ya está todo en marcha para la celebración, que, tras una serie de actos, culminará el sábado 7 con el gran desfile en la Avenida Marítima, al que animo a asistir en vivo.
Máximo nivel en organización, hospitalidad y agasajo
Cuando se adjudicó la celebración, nuestro capitán general, el teniente general Julio Salom, jefe del Mando de Canarias (MCANA) dejó claro que la celebración en Santa Cruz tenía que tener el mismo nivel que las anteriores en otras capitales de provincia de España. José Manuel Bermúdez se sumó a ese deseo y, juntos, con un operativo impresionante están haciéndolo posible. El Recinto Ferial, con el consejero insular Manuel Fernández al frente, está convirtiéndose en un improvisado “hotel” que ya está derrochando hospitalidad en medio del complejo operativo necesario. Y he podido saber que se está preparando una denominada “Operación Agasajo” (de la que ya les contaré todos los detalles cuando pueda), así como una “Operación Iluminación” que va a propiciar la toma de miles de fotografías que, sin duda, promocionarán el corazón de Santa Cruz en medios de comunicación y las redes sociales.