sociedad

La “emergencia silenciosa”: el número de personas sin hogar se eleva un 70%

El número de personas sin hogar en la provincia tinerfeña ha aumentado el 70% en los últimos cinco años; la entidad diocesana advierte de la “cronificación” de la pobreza
A pesar de una “ligera mejoría” en los datos del año 2024, Cáritas Diocesana advierte de la respuesta “insuficiente” desde las administraciones públicas. DA
A pesar de una “ligera mejoría” en los datos del año 2024, Cáritas Diocesana advierte de la respuesta “insuficiente” desde las administraciones públicas. DA

Cáritas Diocesana de Tenerife atendió a casi 15.000 personas en 2024, y pese a la leve mejoría en los indicadores, la pobreza continúa cronificada y la vivienda se ha convertido en una “emergencia silenciosa”, al atender a 1.252 personas sinhogar o en exclusión residencial, un 70% más que hace 5 años.

Cáritas asistió a 14.929 personas, entre ellas, 2.830 menores, pertenecientes a 4.350 hogares, lo que supone un 12% menos de beneficiarios que en 2023, cuando fueron 16.776 personas, y tras superar las 19.000 atenciones en 2022, 2021 y 2022, motivados por las emergencias del volcán de La Palma y la Covid. El 65% de las personas atendidas eran mujeres, y el colectivo entre 45 y 60 años representa casi el 60% de los beneficiarios de la acción de Cáritas, ya que a medida que se acerca el fin de la vida laboral tienen mayor vulnerabilidad.

El director provincial, Juan Rognoni, afirmó que “aunque los datos manifiestan una leve mejoría de la situación, la pobreza continúa cronificándose”, lo que ponen de manifiesto la necesidad de que las administraciones “adopten medidas con determinación y con voluntad de continuidad” para afrontar los graves problemas sociales del archipiélago, como pueden ser la falta y el acceso a la vivienda, la precariedad en el empleo, la soledad no deseada -especialmente de los mayores-, la marginalidad derivada de un amplio abanico de situaciones vitales, y la progresiva desigualdad social. “Estamos hablando de historias que se repiten, de situaciones que no mejoran y de personas atrapadas en la exclusión”, reiteró.

Rognoni cree que esta tendencia se mantendrá en 2025 especialmente ante “uno de los problemas esenciales que se ha agravado en los últimos años y que no tiene visos de solucionarse, la emergencia silenciosa de la vivienda”. Las unidades móviles de atención en la calle (UMAC) en Tenerife y La Palma de Cáritas asistieron a 1.252 personas sin hogar o en exclusión residencial, un 70% más que hace cinco años.

Además, Cáritas atendió a 3.375 personas en 2024 y de ellas, 275 fueron ubicadas en sus ocho recursos alojativos para personas sin hogar en Tenerife y La Palma. Del total, 18 eran madres solas con hijos a cargo.

Asimismo, el proyecto Base 25 para prevenir el sinhogarismo y proporcionar alternativas habitacionales atendió a 1.848 personas, de ellas 533 menores, el año pasado. Estos 733 hogares recibieron atención social y jurídica, además de búsqueda de empleo, para familias afectadas por desahucios y ejecuciones.

Por otro lado, se logró la inserción laboral de 313 participantes en los programas de empleo de Cáritas Tenerife, atendiendo a 1.114 personas en las iniciativas Barrios por el empleo y Mila. “El empleo es un elemento fundamental para la integración social, personal y familiar de las personas”, sin embargo, se está produciendo, la figura del trabajador “precario” que roza la vulnerabilidad.

También, Cáritas continúa dando respuesta directa a familias afectadas por la erupción en La Palma. En 2024 se atendió a 225 personas en las diferentes acciones que se llevan a cabo (ayudas en vivienda, tejer e iniciar una nueva vida en un entorno que no es el suyo, o en el centro de escucha psicológica).

Por último, el obispo de la Diócesis Nivariense, Eloy Santiago, hizo un llamamiento para hacer “desaparecer cualquier causa de exclusión” e invitó a dar ejemplo y colaborar en la ayuda a las personas más vulnerables.

Las donaciones caen 988.113 euros; las subvenciones solo crecen un 13%

En el apartado económico, Cáritas dispuso de un presupuesto de 8.307.163,60 euros en 2024, de las cuales se observó una disminución de casi un millón de euros en las donaciones privadas provenientes de donantes particulares, las colectas parroquiales, fundaciones o empresas, que descendieron hasta los 2.718.863,39 euros, un 26,6% menos (988.113 euros) con respecto a 2023. Por el contrario, los 5.588.300 euros provenientes de recursos públicos significan un 13% más (652.231 euros). El 49,45% de los recursos se destinaron a proyectos de inclusión.

El secretario general, Ricardo Iglesias, alertó que afrontar los costes de los proyectos y la gestión de prestaciones y servicios a las familias y usuarios se hace cada año más difícil. A mitad de junio, “varias financiaciones autonómicas no han sido resueltas, y es un año más en el que muchos de los proyectos que estamos ejecutando no tienen la certeza de poder estar financiados”. “Muchas las entidades debemos adelantar con fondos propios el coste de los proyectos que ejecutamos por la inadecuada gestión de las administraciones”.

TE PUEDE INTERESAR