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San Juan en Puerto de la Cruz: chorros engalanados por el día, música, diversión y fuego por la noche

La festividad de San Juan en el municipio une la tradición de enramar con flores y frutas de temporada las fuentes públicas con las hogueras que este año se trasladan a la playa de Martiánez
Noche de San Juan en Puerto de la Cruz. Sergio Méndez/DA

Hogueras, amigos y música fue la combinación perfecta para disfrutar en Puerto de la Cruz de la noche de San Juan, la más corta y mágica del año. La celebración se trasladó por primera vez a la playa de Martiánez, en la que durante tres semanas se llevaron a cabo labores de mejora retirando todo el callado y se acondicionó todo el acceso al mar.

El grupo de gobierno adoptó esta decisión para cuidar el entorno de playa Jardín, epicentro de los festejos, cuya apertura se produjo hace apenas una semana después de once meses cerrada al baño por el vertido de aguas residuales.

Se trataba de mantener vivas las fiestas que desde antaño los portuenses celebraron y al mismo tiempo, disfrutar de la playa durante todo el verano.

Pese a que el espacio era más reducido, no impidió que miles de personas se concentraran en los alrededores, se prepararan para llevar a cabo una serie de rituales, algunos ya pensados y otros improvisados, y se dieran un baño en el mar para purificarse. También se podían ver estudiantes que quemaban tímidamente sus apuntes y jóvenes que apostaban por escribir en un papel las cosas que deseaban olvidar y los sueños que querían cumplir pronto para tirarlos en la hoguera.

Hubo quienes pensaron en disfrutar de una noche con amanecida incluida y no dudaron en llevar sus tiendas de campaña, otros que querían estar cómodos y cargaron sus sillas de playa para evitar sentarse en la arena o en las rocas, además de neveras portátiles con comida y bebida que compartían con su grupo.

En el escenario ubicado al inicio del Paseo de Martiánez se organizó el concierto Voces en la Distancia, que rindió homenaje a los icónicos éxitos de los años 80. Dos horas después la fiesta continuó con la actuación del DJ Danny Méndez para que todos bailaran bajo un cielo estrellado.

Sobre las 21.00 horas una batucada comenzó a recorrer la playa animando a todos los presentes y cerca de las 22.00 horas se encendió la hoguera principal, que se dispuso al final de la playa, en la parte más próxima al Lago Martiánez, con el muñeco de San Juan dentro y una gran valla de seguridad por fuera que impedía que la gente se acercara evitando así, posibles incidentes.

Efectivos de seguridad velaron para que la noche transcurriera sin problemas y se cumpliera el objetivo principal de esta fiesta: pasar una noche mágica en buena compañía y al calor del fuego.

No obstante, la celebración del solsticio de verano en la ciudad turística comenzó el domingo por la tarde con la tradición de enramar con flores y frutas de temporada los antiguos chorros o fuentes públicas que se conservan y antaño abastecían de agua potable.

Esta costumbre rememora otros tiempos donde el agua para el consumo humano y la higiene había que obtenerla directamente de las fuentes naturales. Enramar los chorros es un signo de reconocimiento al progreso, de la llegada de la fecundidad del líquido elemento.
Ayer cerca del mediodía todavía algunas familias y colectivos terminaban de engalanarlos ante la mirada atenta de vecinos y visitantes. Ramas de palmeras, naranjas, limones, manzanas, trozos de sandía, pimientos, calabazas y tomates, entre otras frutas y verduras, se dispusieron con sumo cuidado en los chorros Cuaco, que acercaba el agua de la fuente de Martiánez al vecindario del Puerto del Cruz; Cupido, el más viejo de todos; El Durazno; el de la calle Blanco; Las Maretas; Mequinez; el del muelle; el más visible y conocido debido a su ubicación; y el de Punta Brava. Cada uno de ellos es un reflejo de la identidad portuense.

Otros municipios

Otros municipios de la comarca también acogieron la festividad de San Juan, como San Juan de la Rambla, donde después de la eucaristía en la parroquia de San Juan Bautista y el traslado de la imagen del santo, tuvo lugar el Resonar del Bucio, un descenso con antorchas y bucios desde el Risco de Mazapé.

En Icod de los Vinos se entregaron flores para elaborar los hachitos y hubo una exhibición pirotécnica, mientras que en La Caleta de Interián, entre Garahico y Los Silos, también hubo encendido de los hachitos, hogueras, espectáculo pirotécnico, conciertos y degustación de mojitos y fruta. En esta última localidad los festejos se extendieron hasta la medianoche, momento en el que se realizó el baño tradicional, seguido de baile con la Orquesta Guaracha y el DJ Chris Hernández.

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