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Operación Familia: la caza de inmigrantes

Trump anuncia redadas masivas este fin de semana
REDADAS EEUU
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las redadas previstas dentro de la Operación Familia se dirigirán a unas 2.000 familias de inmigrantes en áreas de Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Houston, entre otras

El presidente Trump dijo esta semana que las autoridades de inmigración planean comenzar a realizar detenciones masivas de inmigrantes hoy domingo, un anuncio que se produce después de semanas de incertidumbre y turbulencias dentro de su administración sobre el uso de tácticas agresivas de aplicación de la ley destinadas a reducir los niveles de migración en la frontera entre Estados Unidos y México.

Trump y sus funcionarios habían advertido anteriormente que el Servicio de inmigración y Control de Aduanas estaba planeando un operativo dirigido a miles de familias migrantes que han recibido órdenes finales de deportación, un impulso cuidadosamente coordinado centrado principalmente en diez grandes núcleos metropolitanos estadounidenses. Si bien no estaba claro si Trump se refería en su anuncio a la irónicamente denominada Operación Familia o a otro operativo de la agencia migratoria, un exfuncionario del Departamento de Seguridad Nacional que tenía conocimiento de la operación dijo que las redadas se dirigirán a unas 2.000 familias en áreas de Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Houston, entre otras.

Trump dijo a los medios, mientras abordaba en el Marine One en Washington, que el operativo “comienza el domingo; van a sacar a la gente de sus casas y puestos de trabajo, y enviarla de vuelta a sus países, van a arrestar a criminales y encarcelarlos, o enviarlos a las cárceles de sus países de procedencia”. Trump añadió que “realmente estamos buscando específicamente a jugadores malos, pero también estamos buscando a personas que vinieron a nuestro país no a través de un proceso, simplemente caminaron sobre una línea y tienen que irse”.

Ni el Departamento de Seguridad Nacional, la Agencia de Control de Inmigración y Aduanas ni los funcionarios de la Casa Blanca respondieron de inmediato a las solicitudes para aclarar las declaraciones del presidente, arguyendo que no discuten públicamente las operaciones de aplicación de la ley antes de que ocurran (el secreto es un componente clave).

El exfuncionario del Departamento de Seguridad Nacional, dijo que los objetivos de las redadas son las familias con órdenes de remoción finales que no han cumplido con las mismas. El Gobierno define como un delito la permanencia voluntaria en el país después de 90 días de haber recibido una orden definitiva.

SEMBRANDO EL TERROR

Las redadas, junto con la aplicación más estricta de la migración mexicana y un programa estadounidense para empujar a los solicitantes de asilo a México a esperar sus audiencias de inmigración, son parte de un plan para reducir los cruces fronterizos. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos dijo esta semana que los agentes de la Patrulla Fronteriza detuvieron a más de 57.000 personas que habían cruzado la frontera con sus familias en junio, una disminución con respecto a mayo, pero aún más de seis veces el número de familias detenidas en junio de 2018.

Los defensores de la inmigración han advertido que los arrestos masivos contra familias invariablemente resultarían en la separación de algunos niños de sus padres, ya que muchas familias inmigrantes incluyen tanto ciudadanos estadounidenses como individuos que se encuentran en el país ilegalmente.

Las próximas redadas de ICE son otro intento descarado de separación familiar, una política fallida e inhumana diseñada para asustar a los inmigrantes y solicitantes de asilo para que busquen refugio en los Estados Unidos. “Los funcionarios de Trump son claros con sus intenciones de usar las redadas para aterrorizar a las familias”, dijo Emma Einhorn, directora de campaña de MoveOn.org, en una declaración el viernes, según publicó el diario Washington Post.

Los demócratas de la Cámara de Representantes han criticado la represión de Trump, diciendo que las familias están huyendo de la violencia, el hambre y la pobreza en América Central y que buscan refugio en los Estados Unidos. La administración de Trump ha devuelto el golpe, diciendo que el Congreso debería cerrar las “lagunas” de asilo que están alimentando el aumento de la frontera. La Casa Blanca quiere que el Congreso apruebe leyes que otorgarían a las autoridades más flexibilidad para deportar a los menores no acompañados y a las familias que buscan asilo. La mayoría son liberados rápidamente para esperar una audiencia judicial, debido a las leyes federales y las decisiones judiciales que limitan el tiempo que el gobierno puede detener a los niños.

Las amenazas de Trump para arrestar a las familias migrantes han dejado a muchos temerosos de ir al trabajo, a la escuela o incluso al supermercado. Yo he vivido el terror de las redadas en Estados Unidos. Los niños dejan de ir al colegio, la gente se encierra en sus casas y no abren la puerta. Controles en la carretera derivan en madres o padres que no llegan nunca al colegio a recoger a sus hijos a los que no vuelven a ver. Es un espectáculo repugnante. Ver los estragos en los niños (muchos son ciudadanos estadounidenses) llorando aterrorizados, viendo a sus padres esposados, detenidos, y enviados a la cárcel o a otro país. Estos niños pasan a familias de acogida, y a una vida que en nada se parece a la que tenían con sus padres. Es traumático y deprimente. La mayoría de estas familias lleva más de veinte años en el país, han trabajado, pagado impuestos, y contribuyen al tejido social y económico de los Estados Unidos. En lugar de regularizar su situación, son cazados como animales, enjaulados, y separados de los suyos. Es una escena terrible. Yo conozco muchos casos y ver a estas familias vivir con miedo, y desenlaces patéticos, no es nada de los que Estados Unidos deba sentirse orgulloso.

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Las amenazas de trump han dejado a muchos temerosos. yo he vivido el terror de las redadas en Estados Unidos. los niños dejan de ir al colegio, la gente se encierra en sus casas y no abren la puerta.

Los voluntarios se están reuniendo para protegerlos mediante la instalación de líneas directas para que puedan observar los arrestos y luego brindarles ayuda, enseñándoles a los inmigrantes sus derechos legales y ofreciéndose protegerlos de los arrestos ocultándolos en hogares o santuarios de iglesias.

Cinco organizaciones de servicios legales de inmigración presentaron una demanda federal el jueves en el Distrito Sur de Nueva York instando a un juez a garantizar que los inmigrantes tendrán la oportunidad de intentar anular sus órdenes de deportación antes de que los embarquen en aviones que regresen a los países de donde huyeron.

La Administración Trump ha dicho que alrededor del 90 por ciento de los migrantes en su lista no se presentaron a las audiencias de los tribunales de inmigración. Sin embargo, la American Civil Liberties Union, dijo que muchas no aparecían debido a errores burocráticos masivos y, en algunos casos, una desviación deliberada por parte de las agencias de control de inmigración, lo que hacía imposible saber cuándo tendrían lugar las audiencias.

Algunos avisos del juzgado se enviaron tarde o a direcciones incorrectas, o después de la fecha en la que se realizó la audiencias. Algunos fueron enviados a citas judiciales que no existían.
Los grupos sin fines de lucro dijeron que presentaron la demanda para proteger a las familias y a los menores no acompañados que huyeron de la violencia generalizada y de las bandas asesinas en El Salvador, Guatemala, Honduras y otros países.

“El plan de la Administración Trump para arrestar y deportar a miles de familias y niños centroamericanos sin darles un trato justo ante un juez es ilegal e inmoral”, dijo Ahilan Arulanantham, abogado principal de la ACLU del sur de California, según publicó el Washington Post. Hace más de cien años, la Corte Suprema decidió que los inmigrantes no podían ser deportados sin el debido proceso. Estos refugiados vulnerables merecen esa protección básica.

La próxima semana conoceremos hasta qué punto se llevó a cabo el operativo y sus consecuencias. Mientras tanto, mi corazón está con esas víctimas vulnerables cuyo sueño americano se ha convertido en Operación Familia, una pesadilla de la que no logran despertar.

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