Han sido abandonados a su suerte en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria. Cerca de 40 marineros rusos y ucranianos que trabajan en el pesquero Hunter, no cuentan con respaldo de su armador desde el pasado 18 de febrero.
En un comunicado oficial, la tripulación del barco ha pedido ayuda a la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF), porque aseguran que no han cobrado desde que embarcaron y que su armador, el que los dejó abandonados, les debe más de 236.000 euros por sus trabajos realizados.
Algunos trabajadores días atrás y de nacionalidad rusa, han vuelto a su país mientras los ucranianos han viajado principalmente a Polonia, donde buscarán la forma de reunirse con sus familiares. Según fuentes oficiales, aun quedan a bordo dos tripulantes ucranianos que no desean regresar a su país y están de momento viviendo en el buque.