Comprar ropa nueva es una de las experiencias más emocionantes para muchos de nosotros. Sacarla de la bolsa, quitar las etiquetas y finalmente estrenarla nos llena de satisfacción. Sin embargo, lo que pocas personas saben es que lavar la ropa nueva antes de usarla es crucial para proteger nuestra salud. Acompáñanos a descubrir los riesgos que implica no hacerlo y algunos consejos para el correcto lavado y desinfección de nuestras prendas recién adquiridas.
Nuestras abuelitas solían decir que lavar la ropa nueva antes de usarla significaba que no la estábamos estrenando realmente. Durante muchos años, creímos que era cierto y nos resistimos a seguir esta práctica. Pero con el tiempo, aprendimos que esta creencia era errónea, y por buenas razones. Al llegar a una tienda, nuestra atención se centra en elegir la ropa que nos gusta, sin considerar aspectos importantes como cuántas personas se han probado esa prenda antes que nosotros, sus hábitos de limpieza, o si tienen algún problema de salud. Todos estos factores pueden afectar la higiene de la ropa que compramos.
No lavar la ropa nueva puede exponernos a bacterias, virus y microorganismos que ponen en riesgo nuestra salud. Dermatitis atópica, enrojecimiento o salpullido en la piel, y hasta vulvitis en el caso de la ropa interior, son algunas de las enfermedades que podríamos desencadenar al no lavarla adecuadamente. Además, hay que considerar la posibilidad de contraer hongos, piojos o ácaros que se puedan encontrar en la prenda. Por tanto, es esencial hacer del lavado de la ropa nueva nuestra primera tarea cuando llegamos a casa después de hacer compras, especialmente si se trata de prendas de segunda mano. De esta manera, estaremos protegiendo nuestra salud de posibles infecciones y problemas cutáneos.
Afortunadamente, existen muchas formas de lavar y desinfectar la ropa nueva. Después de la pandemia, las empresas de productos de limpieza para el hogar desarrollaron fórmulas especiales para combatir virus y bacterias. Podemos optar por detergentes bactericidas que se encuentran fácilmente en los supermercados. Estos productos ayudan a eliminar cualquier agente infeccioso que pueda estar presente en la ropa.
Además de los detergentes bactericidas, otra opción es utilizar un ciclo de lavado en la lavadora a altas temperaturas, preferiblemente por encima de los 60 grados Celsius. Esto garantizará la eliminación efectiva de cualquier bacteria o virus en las prendas. Si la ropa es delicada o de tejidos que no resisten altas temperaturas, también podemos recurrir a la opción de remojarla en agua caliente con un poco de vinagre, ya que el vinagre es un desinfectante natural y no daña las telas.
Otro consejo útil es añadir un poco de bicarbonato de sodio al lavado. Este producto neutraliza olores y actúa como agente desinfectante. Es ideal para prendas como ropa interior y calcetines.
En el caso de las prendas de segunda mano, además de lavarlas, es recomendable dejarlas al sol durante algunas horas. La luz solar es un poderoso desinfectante natural que complementará el proceso de limpieza.
Al adoptar estas prácticas de limpieza y desinfección de la ropa nueva, podremos estrenar nuestras prendas con tranquilidad y seguridad, sin preocuparnos por posibles riesgos para nuestra salud. Recuerda que la higiene en el vestuario es tan importante como el estilo, y debemos cuidar de nosotros mismos para lucir nuestras prendas con confianza. ¡Así que no olvides lavar esa ropa nueva antes de estrenarla!