Lo confieso. Aunque llevo semanas advirtiendo de que los test rápidos no son la solución mágica para acabar con la pandemia del coronavirus, estaba nerviosa cuando acudimos a la cita con Belén Barreiro, directora general de Ingenasa.
El motivo de mi visita era hacerme uno de los famosos test rápidos para detectar la presencia de anticuerpos al coronavirus Sars CoV-2, pero no me iba a hacer uno cualquiera, sino el primer test rápido desarrollado íntegramente por una compañía española. De regalo, me harían un test de anticuerpos de laboratorio, con el sistema ELISA.
Por una parte quería dar positivo, ya que hacerlo es lo que más tranquilidad da al respecto ahora mismo. Por otra, pensaba, quizás fuera mejor dar negativo y no haber estado en contacto con el virus que ha puesto al mundo patas arriba. Casos como el de Ortega Smith nos han hecho recordar que haber sufrido el Covid-19 puede traer desagradables secuelas.
El hecho de poder hacerme la prueba en un laboratorio situado en pleno Madrid es lo que garantiza, según Barreiro, que la falta de test no vaya a ser un problema en el caso de que las cifras del coronavirus vuelvan a dispararse y se produzca el temido rebrote que anticiparía una segunda oleada del patógeno.
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