Julio Pérez afirma que las leyes aprobadas por Marruecos no tienen ninguna consecuencia y García Ramos exige que se aplique el Estatuto.
El consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, Julio Pérez, ha defendido este martes la «máxima firmeza» de su Ejecutivo y del Gobierno central ante la delimitación unilateral de las aguas llevada a cabo por Marruecos.
En una comparecencia parlamentaria solicitada por el Grupo Nacionalista, ha resaltado el rechazo «inmediato y radical» de cualquier acto unilateral de Marruecos que afecte a las aguas españolas o canarias, destacando la actuación llevada a cabo por las ministras de Asuntos Exteriores Margarita Robles y Arancha González Laya.
Pérez ha valorado que Marruecos reconozca que no se producirán hechos consumados y todo estará consensuado y aún así, el Gobierno regional no va a reducir «la exigencia ni la atención», recordando que en 2017, cuando arrancó la tramitación de las leyes, tanto el Estado como el Gobierno de Canarias liderado por Fernando Clavijo (CC) optaron por una «línea moderada» y le restaron importancia.
«Lo que ha hecho Marruecos no tiene ninguna consecuencia ni en hechos ni en derecho», ha comentado el consejero, detallando que no hay ninguna indicación geográfica en los textos legales y que Canarias siempre ha convivido con el afán «expansionista» del reino aluita.
«No es ni siquiera una raya en la arena», ha ironizado, aunque no ha ocultado que «a veces los gestos son más importantes que los hechos».
Según Pérez, «ni Canarias ni España desean un conflicto que es complejo y polémico» pero estarán «exigentes» porque, aparte de la afección al Sahara Occidental, la delimitación tiene trascendencia económica debido a que hay «muchos euros» bajo el agua vinculados a las reservas de telurio al sur del archipiélago.
Frente a las críticas de CC, ha apuntado que los socialistas representan un «autonomismo verdadero y no teatral» frente a las «sonrisas» del exministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis (PP) y el propio Clavijo en 2017.
El diputado del Grupo Nacionalista, Juan Manuel García Ramos, ha criticado la expansión de Marruecos hacia el sur y pedido que Canarias se empiece a preocupar «de una vez» de la situación política del Sahara Occidental.
CC NO SE FÍA DEL GOBIERNO ESPAÑOL
«Ha llegado el momento de poner las cosas en su sitio», ha indicado, pues Marruecos tiene el «sueño» de un «gran Magreb» en el que Canarias está dentro de las posesiones del reino alauita.
García Ramos ha apuntado que Marruecos activó las leyes «cuando el PSOE empezó a gobernar», indicando que no se fía del Gobierno central, entre otras cosas porque Margarita Robles fue cómplice de la «fake news» de transmitir la amenaza de atentados terroristas en el norte de África.
Ha comentado que hay que «aclarar» por qué Marruecos se quiere «adueñar de aguas que no les corresponden», exigiendo a Torres que utilice el Estatuto de Autonomía y olvide el tradicional «autonomismo blandito» del PSOE.
CS DICE QUE ESPAÑA «NO QUIERE MOLESTAR» A MARRUECOS
Ricardo Fernández, del Grupo Mixto (Cs), ha comentado que es «innegociable» el estatuto de las aguas territoriales de las islas frente a los «intentos» de Marruecos de anexionarse de manera ilegal las aguas del Sahara.
Ha dicho que las leyes marroquíes no incluyen ninguna consulta con España ni respeta el acuerdo de la mediana, lamentando que el Gobierno español ha tenido una reacción «tibia» y no ha querido «molestar».
Fernández ha pedido «firmeza» al Gobierno central y advertido de que Marruecos «algo quiere».
Jesús Ramos (ASG) ha pedido «tranquilidad» porque el derecho internacional ampara a España y Canarias, si bien cree que hay que estar atentos porque en Marruecos son «avispados» para tratar de hacer una nueva delimitación de las aguas.
En esa línea, ha comentado que la aprobación de las leyes «no tiene recorrido» lo que servirá para tranquilizar a la flota pesquera del archipiélago.
Francisco Déniz, de Sí Podemos, ha comentado que Marruecos ha lanzado un «señuelo» para afianzarse en el «tablero de la geopolítica» y fortalecer su posición sobre el Sahara Occidental de cara a España.
Ha dicho que el Estado «no debe dejarse amenazar» y exigir el cumplimiento de las resoluciones de la ONU sobre el Sahara, al tiempo que ha alertado de que las aguas canarias «están en un limbo» en el Estatuto, porque pertenecen a España.
En todo caso, ha pedido que se convoque la convención del mar para que Canarias se asimile a los estados archipielágicos.
Luis Campos, portavoz de NC, ha indicado que Marruecos ha seguido con su estrategia habitual cada vez que hay negociaciones pendientes con la UE, y entiende que la «buena vecindad» debe ser «de ida y vuelta». «¿Puede Marruecos seguir siendo un aliado estratégico cuando utiliza la política de hechos consumados?», se ha preguntado.
Además, ha indicado que aunque las leyes marroquíes no tienen validez jurídica, llevan 40 años «con una raya en la arena» y ocupando los territorios del Sahara Occidental, «y ahora quieren también sus aguas».
MARRUECOS «SACA LOS COLORES» A LA DIPLOMACIA ESPAÑOLA
La portavoz del Grupo Popular, Australia Navarro, ha comentado que Marruecos mantiene «un pulso» con España por las aguas y «saca los colores» a la diplomacia y al Gobierno de Canarias pues han seguido con las declaraciones unilaterales.
Ha reclamado «firmeza y contundencia» al Estado y entiende que el Gobierno de Canarias no puede seguir «impasible» ante la aprobación de las leyes marroquíes, una política de «hechos consumados» para después tener «mas fuerza» en negociaciones futuras.
Ventura del Carmen, del Grupo Socialista, ha respaldado la gestión del Gobierno de Canarias «en un asunto complejo» que es de soberanía nacional «y no es nuevo», de ahí que apele a la «unidad y consenso» de todos los grupos de la Cámara.
Ha dicho que las leyes marroquíes «no tienen recorrido» y espera que CC no esté utilizando este caso como un «salvavidas» del «desinflado» nacionalismo canario. «No recuerdo este asunto como debate en 2017 cuando se presentaron las dos leyes», ha señalado.