La reciente resolución de la Audiencia Provincial de Madrid sobre la muerte de Mario Biondo, operador de cámara hallado sin vida en 2013, ha reavivado un debate repleto de interpretaciones. Frente a titulares que insinúan que los tribunales reconocen un asesinato, el perito médico forense Carlos Cuadrado Gómez Serranillos insiste en que la Justicia no ha avalado esa tesis: la Audiencia mantiene archivada la causa porque no existen pruebas concluyentes de homicidio.
Qué dice el auto
El 11 de septiembre de 2025, la Sección 15.ª de la Audiencia Provincial de Madrid confirmó el archivo del procedimiento iniciado por la familia de Biondo. El tribunal examinó los informes periciales y el testimonio completo de la investigación realizada en Italia. Su razonamiento central es que el juez de Palermo llevó a cabo una investigación exhaustiva sobre el fallecimiento y, tras valorar todas las diligencias, concluyó que no subsisten elementos para demostrar, más allá de toda duda razonable, la tesis de homicidio. Ese archivo italiano tiene efecto de cosa juzgada transnacional, por lo que la causa no puede reabrirse en España.
La Audiencia madrileña menciona que los peritos de la familia apuntaban a la participación de terceros y descartaban la hipótesis suicida, pero deja claro que esas opiniones fueron ya valoradas por la justicia italiana y no demostraron un homicidio. La parte dispositiva desestima el recurso de apelación y confirma el archivo.
Carlos Cuadrado Gómez Serranillos subraya que ningún órgano judicial ha respaldado la idea de que Mario Biondo fuera asesinado. “El juez italiano plasmó en su resolución las alegaciones de los peritos de parte para dejar constancia de ellas, pero a continuación determina que no hay pruebas suficientes de homicidio y archiva”, explica. Para el forense, confundir las hipótesis de los denunciantes con conclusiones judiciales genera desinformación. La Audiencia de Madrid, recuerda, se limita a aplicar el principio non bis in idem y descarta nuevas diligencias porque la causa se investigó en Italia y se cerró sin probarse un asesinato.
El perito español que avala la tesis de la familia
Uno de los nombres que más ha sonado en los últimos años es el de Óscar Tarruella Ayza, exagente de los Mossos d’Esquadra que se presenta como criminólogo y perito judicial. Él elaboró un informe de parte para la familia Biondo en el que descartaba el suicidio y sugería la intervención de terceros.
Sin embargo, la credibilidad de Tarruella como perito ha sido puesta en duda ante los tribunales. En el procedimiento de diligencias previas 2237/2022 del Juzgado de Instrucción nº 26 de Madrid, el juez solicitó al Ministerio de Educación que comprobara si Tarruella tenía algún título oficial. La respuesta del ministerio, remitida el 20 de febrero de 2024, indica que, consultada la base de datos del Registro de Títulos de nivel no universitario, no figura ninguna inscripción a nombre de Óscar Tarruella Ayza.
Otro oficio dirigido al mismo juzgado por la Subdirección General de Acceso y Promoción del Personal de la Administración de Justicia señala que, dentro del personal de la Administración, las funciones de peritación y valoración de bienes se identifican con una tarjeta de cartulina; no se entrega cartera de piel ni placa, y no consta que el Sr. Tarruella haya sido personal laboral de la Administración de Justicia. El documento añade que las especialidades de peritaciones del personal laboral no incluyen la criminología, sino áreas como automóviles, caligrafía o contabilidad.
Estos oficios muestran que Tarruella no tiene título oficial universitario ni vínculo con el cuerpo de peritos de la Administración de Justicia. Aunque las diligencias en el Juzgado de Instrucción nº 26 siguen en fase de investigación, los documentos oficiales ya evidencian la falta de reconocimiento profesional de Tarruella.
Evitar equívocos en la información
Muchos titulares recientes han destacado que la Audiencia reconoce “indicios de que la muerte no fue suicida”. En realidad, esas frases corresponden a los argumentos de los peritos contratados por la familia y a declaraciones de sus abogados, quienes insisten en que hubo un homicidio. La Audiencia reproduce esos alegatos para contextualizar el debate, pero no los asume como propios. Su conclusión se centra en que la investigación italiana ya valoró esos informes y determinó que no se acreditaba la tesis homicida, de modo que la causa queda archivada.
Para Cuadrado Gómez Serranillos, es esencial que la prensa distinga entre opiniones de parte y resoluciones judiciales. “El auto no abre la puerta a ninguna acusación de asesinato. Lo que dice es que, habiéndose investigado en Italia sin hallarse pruebas concluyentes, España no puede reabrir la causa”, resume.