El mes pasado, un equipo de cazadores de tesoros de Florida hizo un descubrimiento sorprendente en un naufragios de 300 años de antigüedad, despertando el interés por las reliquias perdidas en las profundidades marinas. Este hallazgo reciente podría ser solo el comienzo de una serie de descubrimientos emocionantes.
El capitán Grant Gitschlag y su compañera, Corinne Lea, contaron a Fox 35 Orlando que han estado investigando naufragios hundidos en busca de tesoros olvidados durante varios años. Sin embargo, nada los había preparado para el hallazgo que hicieron a finales de mayo mientras exploraban un naufragio español en las costas del condado de Brevard.
Durante dos días, Gitschlag y Lea desenterraron aproximadamente 214 monedas de plata, intactas durante 300 años. Este barco forma parte de la Flota del Tesoro de 1715, un grupo de barcos españoles que se hundieron durante un feroz huracán mientras transportaban riquezas a España desde el Nuevo Mundo.
«No me lo esperaba. No me lo esperaba en absoluto, y así es como se producen los mayores hallazgos», comentó Lea. Este sentimiento de sorpresa y asombro fue compartido por Gitschlag, quien agregó: «No esperas eso. Siempre lo esperas, pero nunca lo esperas. Obtener este tipo de cantidad en un período de tiempo de un par de días, es un comienzo muy emocionante».
Un de los naufragios más buscado durante años por los científicos
Las monedas halladas están actualmente bajo la custodia de Sal Guttuso, operador de la empresa 1715 Fleet Queens Jewels LLC, que es el custodio exclusivo del Tribunal de Distrito de los EE. UU. del tesoro de la Flota de 1715. Guttuso está supervisando la limpieza de las monedas, las cuales habían acumulado tres siglos de arena y conchas incrustadas. Este descubrimiento, especialmente en tales cantidades, es notablemente raro. «Esos barcos, muchos de ellos, simplemente se hicieron pedazos y ese tesoro se fue a todas partes», explicó Guttuso sobre la Flota de 1715.
El entusiasmo por el naufragio es palpable entre la tripulación, que planea regresar a los restos del naufragio con la esperanza de encontrar aún más tesoros. Para ellos, la búsqueda es la parte más apasionante de la misión. «Es el hallazgo. Se trata del hallazgo», afirmó Lea. «Me encanta la historia, ser la primera persona en 309 años en encontrar lo que una vez se perdió en una tragedia».
Este naufragio, que se remonta a 1715, representa una ventana al pasado, un recordatorio de los peligros y las riquezas asociadas con la era de la exploración y el comercio transatlántico. La Flota del Tesoro de 1715 era un grupo de barcos españoles cargados de tesoros provenientes de las Américas, destinados a enriquecer las arcas de España. Sin embargo, un huracán devastador selló su destino, esparciendo sus riquezas por el fondo del océano.
El proceso de recuperación de tesoros de un naufragio es arduo y requiere una combinación de habilidades de buceo, tecnología de detección y, a menudo, un poco de suerte. Gitschlag y Lea demostraron su perseverancia y dedicación al pasar años investigando naufragios, siempre con la esperanza de un descubrimiento significativo. La emoción de desenterrar monedas de plata después de tres siglos bajo el agua es una recompensa considerable por sus esfuerzos para encontrar naufragios.
Cada naufragio cuenta una historia, y el tesoro encontrado ofrece pistas sobre el comercio, la cultura y la vida de las personas de aquella época. Las monedas de plata halladas por Gitschlag y Lea no solo tienen valor monetario, sino también histórico, proporcionando una conexión tangible con el pasado. La limpieza y conservación de estas monedas permitirán a los historiadores y arqueólogos estudiar más a fondo la vida en el siglo XVIII.
La empresa 1715 Fleet Queens Jewels LLC experta en buscar naufragios, bajo la supervisión de Guttuso, desempeña un papel crucial en la conservación y estudio de los artefactos recuperados de naufragios. Su trabajo asegura que estos hallazgos sean preservados para futuras generaciones, proporcionando una comprensión más profunda de nuestra historia compartida.
A medida que la tripulación se prepara para regresar al sitio del naufragio, la anticipación crece. La posibilidad de encontrar más tesoros es alta, y cada expedición al naufragio tiene el potencial de revelar nuevas maravillas. La exploración de naufragios no solo se trata de encontrar riquezas materiales, sino también de descubrir y preservar fragmentos de historia que de otro modo permanecerían ocultos bajo el mar.
La historia de la Flota del Tesoro de 1715 y el reciente descubrimiento de Gitschlag y Lea subrayan la importancia de la exploración y conservación de naufragios. Estos esfuerzos no solo enriquecen nuestro conocimiento del pasado, sino que también inspiran futuras exploraciones y descubrimientos. La búsqueda de tesoros en naufragios es una aventura continua, llena de misterio y promesas de nuevos hallazgos.
El reciente hallazgo en uno de los naufragios de 300 años por parte de Gitschlag y Lea es un testimonio de la persistencia y pasión de los cazadores de tesoros. Cada naufragio explorado, cada moneda desenterrada, añade una nueva pieza al rompecabezas de nuestra historia global, recordándonos siempre las maravillas y peligros que se encuentran bajo las olas del océano.