Dormir bien es una de las condiciones más importantes para tener una vida sana y equilibrada. Poder descansar y coger fuerzas para afrontar el siguiente día es una cuestión fundamental para la vida de todos, a la que debemos prestar la debida atención si queremos tener un día a día mejor tanto física como emocionalmente.
No obstante, parece que los problemas de sueño se han vuelto un asunto bastante habitual entre la población occidental: una rutina extremadamente rápida, estrés laboral, poca conciliación o todo tipo de problemas económicos y sociales pueden afectarnos a la hora de conciliar el sueño cada noche.
Por suerte, hoy en día también contamos con innumerables herramientas y productos que pueden darnos ese empujoncito que necesitamos para conseguir una mejor calidad del sueño y un descanso completo.
Así, en este artículo queremos profundizar un poco más en aquellas acciones que nos permiten dormir más y mejor, intentando evitar algunas situaciones nocivas y propiciando otras beneficiosas como la alimentación o el ejercicio físico.
Cuida el entorno donde duermes
Lo principal para descansar de manera correcta es cuidar el ambiente donde dormimos, es decir, nuestra habitación. Para ello, conviene ventilar el dormitorio, al menos, durante 20 minutos dos veces al día, para asegurarnos de que el aire se renueva y podamos disfrutar de un ambiente de calidad.
Además, es importante también contar con un colchón y un somier que sean cómodos, de forma que se adapten a nuestra espalda y nos permitan descansar lo mejor posible.
Evita las luces innecesarias
Otro de los consejos que mejor funciona a la hora de conseguir una mejor calidad del sueño es evitar la contaminación lumínica. Además de no ser recomendable hacer uso de las luces en exceso antes de dormir, también es igualmente importante evitar las luces de teléfonos, tablets, televisiones o portátiles mientras estamos en la cama.
Lo mejor, sería evitar este tipo de impactos lumínicos media hora antes de meternos en la cama. Para relajarnos, podemos leer o simplemente tomar un café cerca de una vela.
La temperatura debe ser estable
Otra de las claves para mejorar la calidad de nuestro descanso es tener una temperatura más o menos estable en la habitación. Lo que se conocen como ambientes térmicos neutros son indispensables para dormir correctamente y se encuentran entre los 18 y los 21 grados. Entre esta temperatura, las personas alcanzamos nuestros niveles máximos de sueño, alargando su duración y aumentando la calidad del descanso.
El factor clave de la alimentación
La alimentación es uno de esos aspectos que afectan al sueño que pasan más desapercibidos; sin embargo, probablemente sea uno de los más determinantes. Para cuidar el factor de la alimentación se necesita, principalmente, evitar ciertos alimentos como el azúcar, el alcohol o la cafeína y, por el contrario, propiciar el consumo de frutas, verduras y alimentos de origen vegetal.
Además, también influye en nuestro sueño cuánto y cuándo cenamos: se deben hacer cenas más ligeras siempre con la suficiente antelación, como mínimo, dos horas antes de acostarnos.
La hidratación adecuada
Tan importante como comer adecuadamente es también mantenernos hidratados durante todo el día. La falta de hidratación puede hacernos bastante más complicada la tarea de conciliar el sueño, por lo que es muy importante beber entre un litro y medio y dos litros de agua al día.
Rutinas de ejercicio y relajación
Para contribuir a que nuestro cuerpo y nuestra mente nos exijan ese buen descanso que tanto merecemos es necesario mantenerse activo y, al mismo tiempo, relajado. Por esto, es importante realizar ejercicio físico cada día, practicando deportes a cualquier nivel, y también aprender a relajarnos con prácticas como el yoga o la meditación.
Eliminar o reducir la siesta
Una de las primeras cosas que pueden incidir directamente en nuestro sueño es repartirlo en diferentes horas del día. A pesar de que la siesta es un sueño que a muchas personas les beneficia, lo cierto es que a otras muchas les altera el horario o, simplemente, provoca que su descanso nocturno sea más corto y menos profundo.
Para esto, lo mejor es limitar las siestas a unos 20 minutos después de la comida o eliminarla de manera definitiva si nos afecta demasiado a la hora de dormir.
Un problema con múltiples soluciones
A pesar de estos consejos básicos, es cierto que muchas personas siguen sin poder conciliar el sueño por problemas de ansiedad, estrés o, incluso, por la edad avanzada. En muchos de estos casos, las afecciones emocionales impactan de forma negativa en la producción de melatonina, afectando directamente a la calidad de nuestro sueño y a la duración del mismo.
Para combatir estas situaciones, una de la mejores opciones naturales con la que podemos contar es Zzzquil Natura, que ayuda a regular la melatonina, permitiéndonos conciliar el sueño fácilmente, además, en un formato de gominola muy sencillo de consumir. Con su sabor a frutos del bosque es una opción natural y eficaz para dormir y disfrutar de una mejor calidad del sueño.