La erupción de La Palma está sometiendo a todo el sistema de Protección Civil de Canarias a una «emergencia nunca antes vista», con un volcán de comportamiento «cambiante», que cada día «mueve ficha» y que no permite que las estrategias que han funcionado un día sirvan para el siguiente, expresa el director de Emergencias del Cabildo de Gran Canaria, Federico Grillo.
El ecosistema actual desaparecerá, complicando más la situación a los pescadores que actualmente se encuentran sin poder faenar. Sin embargo, surgirá otro nuevo gracias a las algas que vayan asentándose que podría cambiar el comercio pesquero en esta zona de la isla.
En estos momentos, se encuentra en una fase efusiva con un comportamiento hawaiano, y venimos de una fase efusiva con un comportamiento estromboliano. Se cree que no volverá a la fase efusiva, aunque para los expertos es en cierta medida imprevisible.
La zona de exclusión mantiene su radio de 2,5 kilómetros de distancia de seguridad desde las diferentes áreas de emisión de la lava, ya que se encuentran en una zona que podría ser alcanzada por la colada que desciende desde el volcán arrasándolo todo.