En el año 2020 la Organización de las Naciones Unidas reconoció oficialmente las propiedades terapéuticas del cannabis. Por lo tanto, se procedió a retirar esta planta medicinal de la lista de estupefacientes peligrosos que generan un alto grado de dependencia.
A pesar de la decisión del organismo internacional, cada estado tiene su propia regulación respecto al uso del cannabidiol (CBD), uno de sus compuestos principales. En algunos países se puede comprar CBD libremente y en otros hay algunas restricciones.
Hoy en día en España se encuentra prohibido el consumo recreativo del cannabis. Sin embargo, la normativa vigente permite la comercialización de productos de uso externo con CBD que tengan fines terapéuticos o cosméticos.
En el territorio español no se considera un delito el cultivo de flores CBD cuando la composición química de la planta de origen no supera el límite de 0.2% de tetrahidrocannabinol (THC). Las plantaciones que exceden ese porcentaje vulneran la normativa europea y son consideradas ilegales.
El CBD es antitumoral y alivia los síntomas de las terapias oncológicas
Los ensayos clínicos sobre las propiedades anticancerígenas del CBD practicados sobre humanos son escasos. Sin embargo, en los estudios in vitro que se han llevado a cabo se ha podido comprobar su eficacia para inhibir la metástasis y reducir tumores.
Según una investigación realizada de manera conjunta por el Hospital Clínico San Carlos, la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Newcastle, el CBD combinado con otras sustancias promueve la muerte celular de los melanomas. De hecho, en el caso bajo estudio se logró una reducción del tamaño del tumor superior al 50%.
Además de su potencial antitumoral, el CBD es efectivo para aliviar los síntomas de la quimioterapia y la radioterapia. Conforme al Dr. Abrams, esta sustancia sirve para tratar las náuseas de los pacientes que se encuentran bajo tratamiento oncológico.
El CBD es analgésico y antiinflamatorio
Según el Dr. Covarrubias-Torres, el cannabidiol posee propiedades analgésicas y antiinflamatorias. Por ese motivo, el aceite CBD es un producto natural muy útil para acelerar el proceso de recuperación de lesiones musculares, óseas y articulares; y suele ser utilizado como complemento de la fisioterapia.
Debido a que fue despenalizado por la Agencia Mundial Antidopaje en el 2018, actualmente es empleado por muchos deportistas de alto rendimiento para tratar esguinces, fracturas y desgarros. El uso tópico de esta sustancia también sirve para aliviar los dolores crónicos producidos por los procesos artríticos que no desaparecen ante el consumo de analgésicos tradicionales.
El CBD actúa como neuroprotector
Según un estudio realizado por Suero y Holgado, especialistas en Farmacología en la Universidad de Sevilla, el cannabidiol es una de las pocas sustancias terapéuticas que han demostrado ser útiles para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas. No solo disminuye los síntomas de afecciones como esclerosis múltiple, Parkinson y Huntington; sino que es capaz de “frenar el proceso de la enfermedad”.
El CBD es anticonvulsivo
Leza y Lorenzo, miembros del Departamento de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid, afirman que el CBD potencia el efecto anticonvulsivante de las benzodiacepinas. Adicionalmente, esta sustancia “inhibe las convulsiones tónicas y clónicas inducidas por inhibidores GABA, ácido 3-mercaptopropiónico, picrotoxina, ácido isonicotínico y bicuculina”.
Según múltiples estudios realizados en la Universidad de Nueva York, el uso regular del cannabidiol disminuye la intensidad y la frecuencia de los episodios convulsivos en pacientes epilépticos. Se ha demostrado su efectividad en personas adultas que no habían reaccionado de forma positiva ante la aplicación de tratamientos convencionales.
El uso de esta sustancia es particularmente beneficioso para los menores de edad que sufren de espasmos regulares. Por ese motivo, la mayoría de los países otorgan una autorización a las familias para que puedan comprar aceite CBD para ayudar a sus hijos.
El CBD tiene efectos ansiolíticos y antidepresivos
Conforme al estudio denominado “El cannabidiol y sus indicaciones en psiquiatría” de Muñoz Ramírez, el CBD “tiene efectos ansiolíticos por la regulación de diversos procesos neuroendocrinos en la cascada de respuesta al estrés”. Por lo tanto, podría ser utilizado en psiquiatría como parte del tratamiento de trastornos de ansiedad, adicciones y trastornos del sueño.
Al operar como un estabilizador natural de la química cerebral, sirve para reducir los episodios de depresión. Según una investigación llevada a cabo por el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona, el cannabidiol actúa rápido y produce efectos antidepresivos que se mantienen en el tiempo.
Uno de los efectos secundarios más conocidos del CBD es el aumento de apetito que provoca. Por lo tanto, los pacientes que padecen trastornos alimenticios tales como anorexia o bulimia también se pueden ver beneficiados por su uso.
El CBD puede ser empleado para combatir múltiples patologías y aliviar los síntomas de diversas enfermedades, siempre que sea recetado por un profesional de la salud en el marco de un tratamiento médico. Esta sustancia no reemplaza otro tipo de intervenciones y jamás debe ser consumida sin supervisión de un especialista que realice análisis previos.