En una entrevista sobre la maternidad por sustitución de la actriz Ana Obregón se puede ver a ella posando con su hija-nieta en brazos y otra una imagen insólita que está en boca de todos: la de madre gestante que alquiló su vientre para dar a luz a Ana Sandra Lequio. Es la portada en varias revistas y medios informativos.
En la imagen de ella se ve una mujer con una bata blanca de corazones rosas. Va caminando por la calle con babuchas de estar en casa como nada fuera con ella. Lleva las llaves de su coche en la mano izquierda como si fuera a salir en el mismo a comprar o pasear. Está muy sonriente como el mundo le diera las gracias. Pero en ningún momento tiene ningún vínculo genético con la bebé. O sea, que ella no es la donante del óvulo; y que por este servicio de alquiler de su útero se habría embolsado unos 35.000 euros de los 170.000 que habría pagado Obregón por todo el servicio de la agencia especializada en subrogación.
Ana Obregón es abuela. Acaba de confirmar que Ana Sandra Lequio no es su hija por maternidad subrogada, es su nieta: hija, mediante vientre de alquiler, de su hijo Aless Lequio, fallecido hace tres años. Lo anuncia en la portada de la revista Hola y con ello cierra el círculo de una situación que desde hacía una semana había dado pie a todo tipo de teorías. «Esta fue la última voluntad de Aless, la de traer un hijo al mundo», confirma.
En la entrevista dada a la publicación confiesa no tener miedo al futuro ni a la llegada de la pequeña después de haberse enfrentado al fallecimiento de su hijo y al de sus padres en un periodo de tiempo muy corto. La situación fue tan dura que ella misma llegó a pensar en su propia muerte, pero todo cambió con la llegada de Ana Sandra. La actriz no descarta incluso volver a pasar por un proceso similar porque siempre soñó, como su hijo Aless, con tener una familia numerosa.