Dakhla, la antigua zona llamada Villa Cisneros, es un hervidero de negocios vinculados a la agricultura, turismo y pesca. La Feria Agrícola Internacional de Dakhla (FAID) de este otoño, organizada por iniciativa de la Cámara de Agricultura de Dakhla, en asociación con el Ministerio de Agricultura y el Consejo Regional, se ha presentado como una palanca para el empleo juvenil y el desarrollo del mundo rural. A diferencia de otros ejercicios, Dakhla tiene ya línea marítima que conecta con el mercado Brexit y sur de la UE. Hay una Cámara de Comercio de Francia presente en esta zona. De Canarias, el mercado tiene como referencias a profesionales e ingenierías de las islas.
Ahmed Baba Ammar señala que la idea es «que este proceso de apertura siga contando con el respaldo de empresas de Canarias, que crezca». Y es que en la zona hay sociedades insulares especializadas en calidad agroalimentaria, del sector de la ingeniería del agua y técnicos de la Universidad de La Laguna y Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) así de empresas como Emalsa (de la mano del ingeniero Barber) potenciando la competitividad tecnológica con la mejora de riegos y servicios. «Aquí hay 5.000 hectáreas para medianos operadores insulares en acuerdos con transferencia de formación que quieran hacer exportación desde las islas e, incluso, abastecer de productos fuera de temporada al sector turístico de Canarias», apunta Ahmed Baba Ammar.
La Cámara Agrícola de Dakhla Oued-Eddahab agrupa a cincuenta cooperativas, treinta empresas nacionales e internacionales, pero también profesionales, tomadores de decisiones e investigadores de todos los ámbitos de la vida. «A pesar de los cantos de sirena que puedan existir y que quieran frenar el desarrollo, Dakhla es la continuación territorial del mercado canario», afirma Mohamed Cherif, consejero de Turismo de Dakhla.
Ahmed Baba Ammar detalla que «todos estos procesos de exportación agraria, donde la carne y derivados de camello juega un papel muy importante, es producto del conocimiento de nuestros técnicos en las universidades canarias, sería absurdo, por tanto, mirar para otro lado y no venir aquí a comprobar todo lo que se pede hacer».
En esa línea de apertura, un grupo internacional de científicos, denominado «Tres S» ha desarrollado un proyecto para combatir el cambio climático en las zonas áridas de Marruecos y promover la agricultura. Como tal, se seleccionó un sitio piloto de 25,000 hectáreas en la región de Dakhla para implementar este proyecto con un coste total de 625 millones de euros.
Este grupo tiene alrededor de cincuenta científicos internacionales y fue creado por el profesor húngaro Jozsef Steier. Desde 2015, el grupo tiene como objetivo hacer del desierto un «espacio verde». El equipo eligió la región de Dakhla para experimentar con los resultados de su investigación para la lucha contra la desertificación y para el desarrollo de los rendimientos agrícolas en el Sahara.
Se planean medidas prácticas y medios tecnológicos para la implementación de este proyecto, en particular, reforestación, lluvia artificial por láser, condensación de humedad y otros. La investigación está en línea con los objetivos del primer Cuadrante del Sáhara Verde. Es un plan internacional que tiene como objetivo combatir la sequía y optimizar la producción agrícola en las zonas desérticas. El proyecto experimental, que se implementará a 50 kilómetros al sur de Dakhla.