Atemorizados por lo que les ha ocurrido a Ugo, su bulldog americano de dos años y medio. Así vive una pareja italiana residente en el Puerto de la Cruz después de que hace dos días un vecino, según denuncian, le lanzara al animal un líquido corrosivo que le ha provocado heridas cuyas secuelas arrastrará de por vida.
Según narra S. todo sucede hace cuatro meses, justo cuando comenzaron a habitar la vivienda. «El vecino nos dijo que no quería parejas jóvenes viviendo allí y tampoco con perro, incluso que nos haría la vida imposible», señala el hombre aún con evidentes signos de nerviosismo. Tienen cuatro perros, pero solo uno, Ugo, suele estar en la terraza que colinda con la vivienda del vecino denunciado. Hace tres días dicho vecino denunció a la Policía Local portuense que los animales no se encontraban en buenas condiciones, algo descartado por los agentes cuando se personaron en la casa: «Vieron que estaba todo correcto y se despidieron con total normalidad».
Pero lo grave llegó el martes. S se encontraba en su casa cuando escuchó «llorar muy fuerte» a Ugo, cuando llegó al patio se encontró al perro manchado por una sustancia que le quemaba la piel: «Lo metí rápido en la ducha antes de llevarlo al veterinario, donde le hicieron curas, pero nos han dicho que le quedarán secuelas».
Con Ugo en proceso de recuperación de las quemaduras que presenta en su pecho y parte de su cabeza, con evidentes signos de miedo después de lo que le ha sucedido, S se dirigió a la comisaría de la Policía Nacional para interponer la correspondiente denuncia: «No hay derecho a que sucedan estas cosas. ¿Qué hubiera pasado si hubiera habido un niño allí?».