En un notable hallazgo arqueológico con grandes tesoros, buzos han recuperado más de 900 artefactos de dos naufragios centenarios escondidos en las profundidades del Mar de China Meridional. En octubre de 2022, investigadores descubrieron los restos de estos naufragios a unos 1,500 metros (4,900 pies) bajo la superficie del mar, en una región que limita con China al norte, Vietnam al oeste y Filipinas al este. Este descubrimiento fue anunciado por el gobierno chino en un comunicado oficial.
Los dos pecios, que datan de la dinastía Ming (1368 a 1644), se encuentran a menos de 1.5 kilómetros (una milla) de la costa de Sanya, una ciudad ubicada en la isla china de Hainan con grandes tesoros. Estos sitios de naufragio están separados por unas 14 millas (22 kilómetros), según informó el South China Morning Post (SCMP).
En 2023, los investigadores emprendieron la compleja tarea de mapear y excavar los sitios utilizando el sumergible de aguas profundas conocido como «Shenhai Yongshi» o «Deep Sea Warrior», de acuerdo con un reporte de The Guardian. El director del departamento de arqueología de la Administración Nacional del Patrimonio Cultural de China (NCHA), Yan Yalin, declaró en una conferencia de prensa en 2023 que los restos del naufragio están relativamente bien conservados y que se ha descubierto una gran cantidad de reliquias y tesoros.
Los tesoros encontrados son de incalculable valor
Los equipos de buceo en aguas profundas han examinado los restos y descubierto una significativa cantidad de piezas de porcelana y cerámica junto con monedas de cobre en el primer lugar del naufragio. Esta carga procedía de Jingdezhen, reconocida como la capital de la porcelana de China, según informó el SCMP.
El segundo barco contenía 38 artefactos y tesoros, entre los cuales se incluyen madera, porcelana y artículos de cerámica, conchas de turbante en forma de espiral y astas de venado. Este hallazgo resalta la importancia de los intercambios comerciales y culturales a lo largo de la antigua Ruta Marítima de la Seda, según Guan Qiang, subdirector de la NCHA en China.
La antigua Ruta Marítima de la Seda fue una red crucial de rutas comerciales que conectaban el Este y el Oeste, facilitando el intercambio no solo de bienes materiales como la seda y la porcelana, sino también de ideas y culturas. Los artefactos recuperados de estos naufragios ofrecen una ventana invaluable al pasado, proporcionando evidencia tangible de las rutas comerciales y las interacciones culturales de la época Ming.
La conservación y el análisis de estos artefactos y tesoros están en curso, con los investigadores empleando tecnología avanzada para preservar las delicadas piezas recuperadas del fondo marino. Entre los hallazgos más destacados se encuentran exquisitas piezas de porcelana, que revelan el alto nivel de habilidad artesanal alcanzado en Jingdezhen durante la dinastía Ming.
El descubrimiento de monedas de cobre también proporciona información valiosa sobre el comercio y la economía de la época en estos tesoros. Estas monedas, junto con las piezas de cerámica y otros artefactos, sugieren que los barcos transportaban bienes valiosos destinados a mercados extranjeros, evidenciando la intensa actividad comercial que caracterizaba la Ruta Marítima de la Seda.
El uso del sumergible «Shenhai Yongshi» ha sido crucial en este proyecto, permitiendo a los arqueólogos acceder a profundidades que de otro modo serían inaccesibles. Este sumergible ha facilitado la documentación detallada de los sitios de naufragio y la recuperación cuidadosa de los artefactos, minimizando el riesgo de daños.
La exploración de estos naufragios también ha despertado un renovado interés en la arqueología subacuática en China, subrayando la importancia de proteger y estudiar el patrimonio cultural sumergido. Estos esfuerzos no solo enriquecen nuestra comprensión del pasado, sino que también promueven la preservación de la historia marítima de la región.
Los restos de madera recuperados del segundo naufragio han proporcionado pistas sobre la construcción naval de la época Ming, sugiriendo técnicas avanzadas de carpintería y diseño de barcos. Además, las conchas de turbante y las astas de venado indican la diversidad de la carga transportada, reflejando un amplio rango de bienes comercializados a lo largo de la Ruta Marítima de la Seda.
La comunidad arqueológica internacional ha mostrado un gran interés en estos hallazgos, reconociendo su significancia para la historia del comercio y la interacción cultural en el sudeste asiático. Los artefactos recuperados serán exhibidos en museos y centros de investigación, permitiendo al público y a los académicos explorar estos tesoros del pasado.
Este descubrimiento de estos tesoros es un recordatorio del vasto e inexplorado patrimonio cultural sumergido en los océanos del mundo, y la tecnología moderna está abriendo nuevas posibilidades para su estudio y preservación. Los naufragios en el Mar de China Meridional son testimonio de una era de intensa actividad comercial y cultural, y los artefactos recuperados proporcionan una rica fuente de información para entender mejor nuestra historia compartida.
A medida que continúan las excavaciones y el análisis de los artefactos y tesoros, los investigadores esperan descubrir más detalles sobre la vida y el comercio en la época Ming, aportando nuevos conocimientos sobre la antigua Ruta Marítima de la Seda y su impacto duradero en la historia global.