El estudio detallado y minucioso de antiguos manuscritos puede llevar a descubrimientos sorprendentes. Este fue el caso del historiador Grigory Kessel, quien mientras examinaba una copia antigua del Evangelio de Mateo, encontró una versión previamente desconocida del texto bíblico.
El hallazgo se produjo cuando Kessel estaba analizando el manuscrito bajo una luz ultravioleta, una técnica que se utiliza a menudo para estudiar documentos antiguos. En este caso, la luz ultravioleta reveló una nueva versión del pasaje de Mateo 12:1, que había sido escrito en siríaco antiguo en el siglo VI d.C., pero posteriormente había sido borrado y reescrito en griego.
En la época medieval temprana, el pergamino era un material costoso y escaso, por lo que los escribas a menudo borraban versiones antiguas del texto y las reescribían para ahorrar espacio. En este caso, la versión original en siríaco antiguo había sido borrada y reemplazada por una versión en griego.
Gracias a la tecnología moderna, el texto original en siríaco antiguo pudo ser recuperado. Utilizando la luz ultravioleta, Kessel pudo ver la escritura antigua debajo de la capa de tinta griega. Si bien la escritura era tenue y difícil de leer a simple vista, con la ayuda de la tecnología, pudo descifrar el texto.
El descubrimiento de esta nueva versión del pasaje de Mateo 12:1 es significativo para los estudiosos de la Biblia y la historia del cristianismo. El siríaco antiguo era una lengua común en el Medio Oriente en la época en que se escribió el pasaje, y es posible que esta versión proporcionara una visión única de la interpretación del texto en esa región en ese momento.
Además, el descubrimiento es un recordatorio de que aún quedan muchos secretos por descubrir en los antiguos manuscritos, y que la tecnología moderna puede ser una herramienta poderosa para ayudar a los investigadores a desenterrar la historia oculta en los textos antiguos. En este caso, la luz ultravioleta permitió a Kessel descubrir una versión previamente desconocida del Evangelio de Mateo, y es posible que haya muchos más descubrimientos sorprendentes por hacer en el futuro.