Pese a que hacía bastante tiempo que no se observaba la estampa, el popularmente conocido como lago de la plaza de España, en Santa Cruz de Tenerife, vuelve a ser utilizado de forma indebida a las puertas del otoño.
Una señora se ha arremangado este jueves los pantalones para refrescarse y pasear por toda la fuente pública, como si de la orilla de una playa se tratase. El momento ha sido captado por una vecina de la capital tinerfeña que al pasar por el lugar quedó perpleja ante lo ocurrido.
Utilizar la fuente como zona de baño está estrictamente prohibido. De hecho, el artículo 128 de la Ordenanza de Policía y Buen Gobierno recoge que «en las fuentes decorativas, surtidores, bocas de riego, etcétera, no se permitirá beber, utilizar el agua de las mismas, bañarse o introducirse en sus aguas, practicar juegos, así como toda la manipulación de sus elementos».