El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, dijo ayer durante su visita a la isla de Fuerteventura que su negativa a las maniobras militares «Gruflez-18» que se desarrollarán en las costas de Canarias entre las fechas del 13 al 19, «no pretende ir en contra del Ejército, sino que se hagan de otra manera y en otros sitios para evitar episodios como el varamiento masivo de cetáceos en aguas de Fuerteventura en 2002». A la petición de la autoridad política canaria se unen también diversos partidos «verdes» y agrupaciones ecologistas en lo que tildan como «atentado natural».
Clavijo defendió la postura contraria del Ejecutivo y de Coalición Canaria (CC) a los ensayos militares en costas canarias de la Armada. Además, el presidente criticó la intención de la Armada española de llevar a cabo el desembarco en una playa que hoy cuenta con bandera azul, la playa de Taralejo, en Tuineje, donde está previsto que se desarrolle el desembarco de vehículos y soldados que se dirigirán posteriormente hacia el Campo de Tiro y Maniobras de Pájara.
Además pidió «coherencia» a los partidos que mantienen posturas distintas cuando asumen labores de gobierno a cuando estaban en la oposición, en clara referencia al PSOE. Coalición Canaria (CC) se quedó sin apoyos en su rechazo a las maniobras en el Cabildo mientras que su iniciativa fue rechazada en Pájara.