Los científicos y vulcanólogos han asegurado que «con toda probabilidad asistimos al final de la erupción», todavía hay que esperar el plazo de diez días apropiadamente dado por el comité que asesora al Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca). «Lo único que podemos hacer ahora es un seguimiento de los observadores. En este tipo de volcanes hay que esperar un tiempo prudente, no hay una regla. Pueden ser diez, quince, veinte días»
El experto señala que el tiempo estipulado se podría resetear en cualquier momento, como ya ocurrió en la misma isla con la erupción del volcán San Juan en 1949 que después de casi dos semanas en silencio siguió con su actividad.
También continua habiendo cierto nivel de sismicidad: «El Instituto Geográfico Nacional ya advirtió de que aunque la actividad volcánica cesase, los niveles de sismicidad seguirían siendo inestables. Es algo normal y esperable», dice Meletlidis.
Así, el volcán de Cumbre Vieja comenzó a mostrar «signos de debilidad» hace semana y media, según el vulcanólogo Juan Carlos Carracedo. En palabras del experto, la fase de explosividad que experimentó el volcán el pasado fin de semana fue una especie de «último estertor».
Los científicos coinciden en que esta erupción deja «muchas enseñanzas», empezando por la forma en que comenzó la erupción. Ésta es la primera vez que la comunidad científica española puede «monitorizar debidamente» una erupción, lo que generará «multitud de estudios y publicaciones».