Una simple caña de cerveza y un plato con tres montaditos como escenario y una sola frase sirvieron para que un whatsapp se convirtiera en el más viral de cuantos recogieron el inicio del desconfinamiento en La Gomera, una de las cuatro Islas en España que inició el lunes el desconfinamiento en la denominada fase 1, con la apertura de pequeños locales.
Elías García, excomponente de la famosa orquesta Wamampy, acudió el lunes por la tarde a la terraza Sal y Pimienta, en La Calera, muy cerca de su domicilio en Valle Gran Rey, “una de las pocas que abrieron ese primer día de la fase uno en el pueblo”, comenta. Allí, junto a su familia, decidió grabar un saludo, “más bien una broma”, a sus amigos tinerfeños de la ONG Solidarios Canarios, y entre pregunta y exclamación soltó: “¿Quién hace chistes gomeros, ahora?”.
El whatsapp corrió como la pólvora de toda Canarias y aún más cuando uno de sus amigos subió el pequeño vídeo a Instagram y “ya fue la locura”, señala. Curiosamente, Elías huye de las redes sociales: “No tengo ni Facebook ni Instagram, a mi me gusta el cara a cara, el sentarme y hablar, por ejemplo, en una terraza como hicimos el lunes, que ya lo echaba en falta”, comenta sorprendido por la repercusión que ha tenido “una broma de amigos”.
“La verdad -comenta- es que el vídeo rompió, porque me ha llegado hasta Venezuela o la Península, de donde me han llamado y hoy todavía sigo recibiendo llamadas de mucha gente que ni siquiera conozco, felicitándome, algunos recordando que el gomero más tonto es abogado”, sonríe Elías García.
Cuando hace cinco años nació su hija Alayna decidió poner fin a su carrera musical, cuando la Wamampy era reclamada en casi todas las verbenas de Canarias y algunas de sus canciones se convertían casi en un himno para los gomeros de dentro y de fuera. Aquel parecía el adiós definitivo de la orquesta que cogió el testigo en los años noventa a Los Chávez, de Hermigua y Los Bajip, de Agulo, pero un año después volvieron al escenario, ya sin Elías como vocalista, aunque nunca ha dejado de cantar, sin ir más lejos, hace poco con una canción dedicada al confinamiento compuesta por él y unos amigos de Valle Gran Rey.
Su apuesta entonces, impulsado por su familia, fue dedicarse al mundo turístico y no hace mucho puso en el mercado varios apartamentos en alquiler vacacional, “aunque todavía estoy verde en ello”, reconoce, temeroso además “ante la gran crisis turística a la que nos enfrentamos, sin que sepamos en Valle Gran Rey cuando podrán regresar alemanes e ingleses, nuestros principales clientes”, señala.
Aunque también lamenta que en esta crisis “me dan mucha pena mis amigos de las orquestas, porque sé que lo van a pasar muy mal, porque ya se han suspendido casi todas las fiestas del verano y sin verbenas no se como podrán salir adelante”, manifiesta con evidentes signos de disgusto.