Toño Piñeiro decidió comprar una casa en Sober, en Lugo. Tenía que restaurarla, por la que comenzó con una labor que iba a darle no una, sino varias sorpresas. Toño comenzó a encontrar botes de Nesquik escondidos en varias dependencias y, cuando los abrió, comprobó que contenían billetes, sobre todo de 5.000 pesetas, dentro. Halló hasta 9 millones de pesetas (54.000 euros) pero no ha podido cambiar todo ese dinero.
Según cuenta El Progreso de Lugo, la casa llevaba cuatro décadas “prácticamente cerrada” por eso, Toño, que se dedica a la construcción, se puso poco a poco a restaurarla. La alegría que se llevó porque “era un buen dinero para los arreglos” se ha tornado en decepción, porque, aunque pudo cambiar parte de esos, otros tendrá que quedárselos : “Me dijeron que el plazo había acabado, que no se podía hacer nada. En total, son cuatro los millones de pesetas que no podrá cambiar”.
Porque desde el pasado julio de 2021 ya es imposible canjear pesetas por euros en el Banco de España. “Da rabia, porque esta vez encontré más dinero que nunca de una vez”, admite. Traducido a euros, suponen algo más de 24.000 que, sumados a lo recogido en las dos ocasiones anteriores, sitúan la cifra total alrededor de los nueve millones de pesetas, unos 54.000 euros.
Los últimos billetes, de 5.000 pesetas, son de 1979, por lo que espera que, al menos, los coleccionistas puedan pagar por este dinero encontrado en botes de Nesquik que, además, iban apareciendo poco a poco en diferentes lugares: “Imagino que los guardaban ahí para evitar la humedad, Algunos estaban en mal estado, pero los últimos, por ejemplo, estaban perfectos: era increíble”.