El Juzgado número 4 de Arrecife ha decretado el ingreso en prisión de un joven de 29 años, delincuente habitual y peligroso con numerosos antecedentes policiales, que tenía atemorizados a vecinos y comerciantes de Playa Blanca.
Esta persona fue detenida el pasado 26 de julio por la Guardia Civil del Puesto Principal de Yaiza, en coordinación con la Policía Local, por robar en un complejo hotelero y ser sorprendido horas más tarde haciendo una transacción de droga.
Los hechos ocurrieron la madrugada del 25 de julio, cuando la Guardia Civil y la Policía Local fueron alertados por una serie de ruidos y golpes en un complejo turístico ubicado en Playa Blanca al que habían accedido de forma violenta, localizando uno de los apartamentos revuelto y con la puerta trasera forzada.
El autor de los hechos fue sorprendido posteriormente por dos empleados de la instalación en otra estancia, utilizando de forma amenazante un cuchillo que pudieron arrebatarle antes de que este huyera del lugar.
Tanto la Guardia Civil como la Policía Local tenían indicios razonables para sospechar quién era el presunto autor de los hechos por su modus operandi, en concreto, una persona en situación irregular que había cometido hasta 16 delitos en poco más de dos meses, constándole además diez detenciones por ello. Este delincuente ha ido empleando una mayor agresividad contra las víctimas, causando a algunas de ellas lesiones de diferente consideración mediante el empleo de armas blancas.
La detención tuvo lugar horas más tarde, durante la misma mañana del 26 de julio, cuando la Policía Local sorprendió a esta persona durante una transacción de droga en la Avenida Marítima de Playa Blanca. Practicada la detención, se hicieron cargo de las actuaciones agentes de la Guardia Civil, quienes por los datos aportados por la víctima pudieron determinar que era el autor del robo.
El ingreso en prisión de esta persona ha permitido evitar la sucesión de más hechos de este tipo, siendo acogida con enorme satisfacción por la ciudadanía y comerciantes de la zona, donde las prácticas delictivas ya habituales del detenido habían generado una notoria sensación de malestar e inseguridad.