El gesto de James Anderson, un fontanero de 52 años de Burnley (Lancashire, Reino Unido), con una anciana de 91 años que sufre un cáncer terminal se ha viralizado en Internet en cuestión de horas. Y es que nada más recibir la llamada de Christine, la mencionada señora, Anderson acudió a su vivienda, arregló la caldera y se fue sin cobrar.
Unas horas después de marcharse, el fontanero le envió la factura por correo electrónico y, para sorpresa de Christine, el coste de los servicios prestados era de cero libras. Además, en el documento añadió que “no se le cobraría a esta dama bajo ningún concepto. Estaremos disponibles las 24 horas del día para ayudar en lo que haga falta”.
Agradecida, la señora publicó en Facebook la factura para que todo el mundo supiera lo que había pasado, añadiendo que «como dijo un amigo: un ángel se vistió de fontanero”.