El pequeño brasileño de dos años, João Miguel Alves, falleció la semana pasada después de que su padre, Mateus Henrique Leroy Alves, se gastara el pasado mes de julio el dinero de su tratamiento en drogas, prostitutas, ropa, viajes y alcohol, entre otros, tal y como informó el diario brasileño O Globo.
Según la denuncia interpuesta por la madre del niño, el progenitor habría desviado 135.220 euros de la cuenta bancaria en la que se habían recaudado las donaciones para hacer frente a los costes médicos del menor, que padecía atrofia muscular espinal.
Los padres de João Miguel apelaron a la voluntad de los usuarios de las redes sociales’ para financiar el caro tratamiento que necesitaba su hijo, un método con el que lograron reunir hasta 230.000 euros. No obstante, la madre notó que poco después faltaban grandes cantidades de lo obtenido gracias a las donaciones, por lo que decidió llevar el caso ante la Justicia.
Mateus fue detenido por la Policía en el mes de julio, tras la denuncia de su esposa. Al parecer, había abandonado a su mujer e hijo con la excusa de que le había salido un empleo como vigilante en otra cuidad, según apuntó Daily Mail.
Sin embargo, se pasó dos meses en un hotel de lujo donde gastó más de la mitad de las donaciones para el tratamiento de su hijo en ropa de diseño, relojes, drogas, prostitutas y alcohol.
Medios locales aseguran que la sentencia se conocerá a finales de este mes.