La famosa investigación por la misteriosa desaparición de Madeleine McCann en 2007, cuando apenas tenía tres años, avanza sin cesar cada día con más medios y pistas. Según informan medios locales, cerca de cien agentes llevan desde el lunes registrando un jardín en la ciudad alemana de Hannover. Las imágenes emitidas por estos medios también han desvelado que se está empleando una pequeña excavadora para despejar el terreno, mientras los agentes de policía peinan la zona con rastrillos y palas. Según los primeros informes, oficiales forenses con trajes blancos y acompañados de perros rastreadores también se encontraban trabajando.
“El procedimiento se lleva a cabo en relación con nuestra investigación sobre Maddie McCann”, ha informado Julia Meyer, portavoz de la fiscalía de Brunswick, quien también confesó que no podía dar más detalles sobre lo que esperan encontrar porque la Policía “necesita más tiempo para terminar».
Dirección correcta hacia la verdad
Hace tan sólo dos días, el fiscal encargado del mediático caso, Hans Christian Wolters, reveló que hay pruebas de que las investigaciones en Alemania están bien encaminadas. A diferencia de Scotland Yard, que sigue investigando el caso por desaparición, los alemanes parten de la base de que la niña está muerta, pese a que recientemente una profesora aseguró haber visto a la joven “hace tres o cuatro años” en Portugal.
«Tenemos evidencias muy concretas y exactas, pero no evidencias forenses científicas», afirmó Wolters. El hecho de que efectivos forenses se sumaran a la excavación cobra en esta operación un significado especial, aunque se desconoce si lo que la policía está buscando son evidencias directas de la desaparición y presunto asesinato de Madeleine, o nuevos indicios contra el sospechoso, que actualmente se encuentra en prisión en Alemania. Su identidad no ha sido revelada, aunque los medios alemanes lo identificaron recientemente como Christian Brückner.
El sospechoso del asesinato, de 43 años, pasó muchos años en Portugal, incluso en Paria da Luz, en el momento de la desaparición de McCann, y tiene dos condenas anteriores por “contacto sexual con niñas”, anunciaron las autoridades. Su última residencia registrada se encuentra en una región rural a 40 kilómetos de Braunschweig. Está flanqueado por una pequeña casa y un cobertizo donde se cree que vivió Brückner.