La tinerfeña Hilda Siverio, y su eterna sonrisa, es una icono de la lucha contra el cáncer, por su optimismo y si extraordinaria capacidad de lucha. Con cáncer triple negativo con metástasis múltiple en estadio 4, recibiendo tratamiento paliativo, pide que España dispense el Trodelvy, medicación aprobada en Europa pero que en nuestro país sigue en negociación.
“El Gobierno de España está negociando si ese fármaco lo da la Seguridad Social a aquellas personas con cáncer triple negativo con metástasis múltiple en estadio 4. Se está denegando por uso compasivo, se está denegando dar a dedo y, en algunas comunidades, directamente denegando”, afirma con tristeza.
Hilda Siverio reconoce que es “muy triste” que se esté negociando esa posibilidad cuando puede “alargar un poquito más la vida”. “Nosotros lo que no tenemos es tiempo, porque estamos en tiempo de descuento. Ese fármaco nos puede ayudar a aguantar dignamente, sin dolor. Es vergonzoso que se esté decidiendo a quién se ofrece y a quién no. Es muy triste”.
“No querría ver a la madre de, la hija de o el hermano de esperando para saber si puede estar un añito más o un día más, porque es terrible. Al que le tenga que tocar la conciencia, que se la toque. Solo pedimos un poquito más, con dignidad: solo quiero ver un poquito más a mis hijos”, indica emocionada.
El ejemplo de Hilda Siverio
El nombre de Hilda Siverio García no debería pronunciarse sin ponerse en pie en señal de respeto y admiración. En 2014, embarazada de su tercer hijo, le diagnosticaron un cáncer de mama que no ha dejado de avanzar por su organismo pese a las nueve operaciones a las que se ha sometido. Se negó a abortar y pospuso su tratamiento hasta que Richard vino al mundo, un mes y medio después de que Ricardo, hermano de Hilda, decidiera quitarse la vida. Al cabo de 19 días de dar a luz entró de nuevo al quirófano para su primera masectomía.
Lejos de rendirse, esta chicharrera, casada y madre de tres hijos, no ha renunciado a su filosofía vital que la ha convertido en un referente en las redes sociales desde que creara la página Sácale una sonrisa al cáncer, traducida al inglés, árabe y chino, y que hoy cuenta con decenas de miles de seguidores por todo el mundo.
A través de las redes, a Hilda Siverio, le llegan cada día más de 3.000 mensajes privados de pacientes oncológicos que, en la mayoría de los casos, no han encajado con la entereza de ella el diagnóstico o el tratamiento contra la enfermedad, pero también le envían portarretratos con su foto junto a velas encendidas y oraciones para su curación. En TikTok le han llegado a escribir que es la única usuaria de esta red que ha conseguido el afecto de todo el mundo, sin excepción, y en un pueblo de Sevilla, La Puebla, quieren ponerle su nombre a una calle.