Un reciente anuncio de arqueólogos e investigadores españoles ha causado un gran revuelo en la comunidad científica: se ha descubierto una antigua piedra con símbolos enigmáticos tallados en su superficie. Este hallazgo, según los expertos, podría ser la clave para descifrar un alfabeto antiguo desconocido hasta ahora, lo que añade una nueva pieza al rompecabezas de la historia de la península ibérica.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) informó que la piedra fue encontrada en el yacimiento arqueológico de las Casas del Turuñuelo, ubicado en la provincia de Badajoz, al suroeste de España. La pizarra, que mide aproximadamente 20 centímetros de largo, data del año 600 a.C. y se cree que pertenece a la civilización tartésica según los investigadores.
Tartessos fue una civilización que floreció en el sur de la Península Ibérica hace más de 3.000 años. Esta civilización, a menudo considerada perdida debido a la escasez de restos materiales, está ahora bajo un nuevo escrutinio gracias a este importante descubrimiento. El proyecto «Construcción Tartessus», en cuyo marco se encontró la pizarra, tiene como objetivo principal caracterizar la cultura material tartésica a través del análisis arquitectónico de los grandes edificios de adobe que han sido excavados en las últimas décadas.
Los investigadores del CSIC no salen de su asombro
En la piedra se han identificada por los investigadores es lo que parecen ser 21 signos, organizados en una secuencia que podría corresponder a un alfabeto paleohispánico. Además, también se han encontrado figuras de guerreros, lo que añade un contexto visual y cultural significativo a los símbolos. Joan Ferrer i Jané, investigador de la Universidad de Barcelona, fue quien primero reconoció el artefacto como tartésico. Según Ferrer, uno de los signos es inequívocamente paleohispánico, destacándose entre los demás debido a su singularidad.
Este descubrimiento realizado por estos investigadores es especialmente relevante porque se trata del tercer alfabeto paleohispánico del sur del que se tiene constancia. Anteriormente, se había encontrado un alfabeto similar en la excavación de Villasviejas del Tamuja, en Cáceres, pero este estaba muy fragmentado y solo contenía algunos signos centrales. La nueva piedra, aunque incompleta, ofrece una secuencia de 21 signos que podría haber contenido hasta 32 en su estado original.
El análisis preliminar de los investigadores sugiere que al menos seis signos se han perdido en la zona fracturada de la pieza. Si se considerara que la placa era completamente simétrica y los signos ocupaban tres de los cuatro lados, es posible que hubieran existido hasta 32 signos. La posible inclusión de un signo aislado en el cuarto lado también podría aumentar este número, proporcionando una visión más completa de este sistema de escritura.
El contexto en el que se halló la pizarra por los investigadores es igualmente fascinante. Las Casas del Turuñuelo es uno de los yacimientos tartésicos más importantes descubiertos hasta la fecha. Este sitio ha revelado una estructura monumental de adobe que, según los arqueólogos, podría haber sido utilizada para ceremonias y actividades rituales. Los restos encontrados, incluidos sacrificios de animales y objetos de gran valor, sugieren que el lugar tenía una gran importancia ceremonial.
La pizarra y los signos tallados en ella podrían según los investigadores ofrecer nuevas perspectivas sobre la cultura y la escritura tartésica. El hecho de que los signos formen un alfabeto paleohispánico sugiere que los tartesios tenían un sistema de escritura desarrollado, lo que plantea preguntas intrigantes sobre sus capacidades literarias y administrativas. Además, la combinación de signos y figuras de guerreros puede indicar una relación entre la escritura y la representación visual en la cultura tartésica.
El hallazgo de los investigadores españoles ha sido acogido con entusiasmo y escepticismo por partes iguales dentro de la comunidad científica. Mientras algunos ven en la piedra una prueba más de la sofisticación de la civilización tartésica, otros instan a la cautela y a la necesidad de más investigaciones. Lo que está claro es que este descubrimiento abre nuevas vías para la exploración arqueológica y el estudio de las antiguas culturas ibéricas.
El descubrimiento de esta pizarra con símbolos desconcertantes ofrece una oportunidad única para profundizar en la comprensión de la civilización tartésica y su sistema de escritura. La investigación continúa y promete desvelar más sobre una de las culturas más enigmáticas y fascinantes de la Península Ibérica. La historia de Tartessos, lejos de estar completamente escrita, sigue revelando sus secretos a quienes buscan descifrar las huellas del pasado.