La Luna ha sido una fuente de maravillas y misterio durante siglos por los investigadores. Incluso con numerosas misiones y una extensa investigación, muchos de sus secretos permanecen ocultos bajo su superficie. Los recientes descubrimientos de la misión Chang’e-4 de China han arrojado luz sobre estructuras previamente ocultas en la cara oculta de la Luna, revelando miles de millones de años de historia geológica y proporcionando nuevos conocimientos sobre su formación y evolución.
La misión Chang’e-4, lanzada en 2018 por la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA), se convirtió en la primera nave espacial en aterrizar en la cara oculta de la Luna. Esta misión histórica ha capturado imágenes impresionantes de cráteres de impacto y recolectado muestras de minerales, ofreciendo información sin precedentes sobre las estructuras del subsuelo lunar. En 2019, el rover Yutu-2, parte de la misión Chang’e-4, comenzó a utilizar el radar de penetración lunar (LPR) para mapear los 300 metros superiores de la superficie lunar con mayor detalle que nunca.
Los hallazgos de la misión Chang’e-4, publicados recientemente en el Journal of Geophysical Research: Planets, revelan que los 40 metros superiores de la cara oculta de la superficie de la Luna están formados por múltiples capas de polvo, tierra y escombros rocosos. Escondido dentro de estas capas hay un cráter formado por un gran impacto. Jianqing Feng, el autor principal del estudio, explicó que los escombros que rodean esta formación probablemente sean eyectados del impacto.
Los investigadores siguen la misión Chang’e-4 y sus resultados
Debajo de estas capas superficiales, los científicos descubrieron cinco capas distintas de lava lunar que se extendieron por el paisaje hace miles de millones de años. Estos hallazgos sugieren una historia volcánica dinámica, en la que el manto de la Luna contenía bolsas de magma fundido que estallaron a través de grietas superficiales creadas por impactos de desechos espaciales.
Se cree que la Luna se formó hace aproximadamente 4.51 mil millones de años luego de una colisión colosal entre un objeto del tamaño de Marte y la Tierra primitiva, una teoría conocida como la Hipótesis del Impacto Gigante. Este evento habría expulsado una cantidad significativa de escombros al espacio, que eventualmente se unieron para formar la Luna. Durante unos 200 millones de años, la cara cercana y oculta de la Luna siguió siendo bombardeada por meteoritos, que crearon grietas en su superficie y permitieron que el magma de su manto se filtrara en erupciones volcánicas.
Los nuevos datos de Chang’e-4 muestran una disminución gradual de la actividad volcánica a lo largo del tiempo. Las capas de roca volcánica se vuelven más delgadas cerca de la superficie, lo que indica que la Luna se estaba enfriando lentamente y su energía volcánica estaba menguando. «La Luna se estaba enfriando lentamente y perdiendo fuerza en su última etapa volcánica», señaló Feng. Esto sugiere que la actividad volcánica en la Luna terminó hace entre mil millones y 100 millones de años, lo que llevó a su estado actual como un cuerpo en gran medida «geológicamente muerto».
Los datos recopilados por el LPR de Chang’e-4 y Yutu-2 han revelado posibles estructuras enterradas dentro de la corteza lunar. Estas estructuras, detectadas a profundidades previamente inalcanzables por otras tecnologías de penetración terrestre, podrían proporcionar más pistas sobre el pasado geológico de la Luna. Los hallazgos sugieren la posibilidad de que haya magma residual en las profundidades de la superficie lunar, lo que sugiere que la Luna puede no estar completamente inactiva geológicamente.
Los investigadores que trabajan en la misión Chang’e-4 continúan su labor meticulosa, utilizando tecnología de punta para explorar la cara oculta del subsuelo lunar. Estos científicos esperan descubrir más de estas estructuras ocultas y proporcionar información más profunda sobre la composición y la historia de la Luna. A medida que Feng y su equipo continúan con su innovadora investigación, esperan revelar más formaciones geológicas inesperadas.
Los descubrimientos realizados por la misión Chang’e-4 de China han avanzado significativamente nuestra comprensión de la historia geológica de la Luna. Al revelar estructuras previamente ocultas y proporcionar mapas detallados del subsuelo lunar, la misión ha abierto nuevas vías para futuras exploraciones y estudios. Estos hallazgos no sólo mejoran nuestro conocimiento sobre la formación y evolución de la Luna, sino que también allanan el camino para futuros avances científicos en la investigación lunar. La cara oculta de la Luna todavía guarda muchos secretos que esperan ser descubiertos por la próxima generación de exploradores y científicos.
Los investigadores se encuentran especialmente emocionados los investigadores por las implicaciones de estos descubrimientos. La posibilidad de encontrar magma residual en las profundidades de la Luna sugiere que aún quedan muchos misterios por desvelar. Los científicos creen que estas revelaciones podrían ofrecer nuevas perspectivas sobre la actividad geológica de la Luna y su evolución a lo largo de los milenios.
A medida que se desarrollan nuevas tecnologías y métodos de exploración, los investigadores tienen la esperanza de que más secretos de la Luna sean revelados. Las misiones futuras, inspiradas en el éxito de Chang’e-4, podrían explorar otras áreas de la Luna, buscando pistas adicionales sobre su pasado geológico y la historia del sistema solar.
El equipo de científicos e investigadores que trabaja en la misión Chang’e-4 con los investigadores continúa analizando los datos recolectados, con la esperanza de encontrar más pistas sobre la historia volcánica de la Luna y la formación de sus cráteres. Los descubrimientos realizados hasta ahora ya han proporcionado una gran cantidad de información nueva y valiosa, pero los investigadores creen que aún hay mucho más por aprender.
Los hallazgos de la misión Chang’e-4 por los investigadores han ampliado significativamente nuestro entendimiento de la geología lunar. La combinación de tecnología avanzada y una exploración meticulosa ha permitido a los investigadores descubrir estructuras previamente desconocidas y obtener una visión más clara de la historia volcánica de la Luna. Con cada nuevo descubrimiento, los científicos se acercan un poco más a desentrañar los misterios ocultos de nuestro satélite natural, abriendo el camino para futuras investigaciones y exploraciones que prometen revelar aún más sobre este fascinante cuerpo celeste.