Katia Giménez Molins, psicóloga con más de 15 años de experiencia como psicoterapeuta, nos explica en este artículo una de las principales razones por las que algunas personas no acuden al psicólogo aún sabiendo que la terapia les sería de gran ayuda.
Existen muchos mitos sobre la psicología y las visitas al psicólogo o la psicóloga para empezar una terapia. Esta vez me gustaría centrarme en las personas que nos piden ayuda. Padres, adolescentes, adultos, parejas, etc. Todos ellos que de una manera u otra han dado el primer paso de acudir a consulta.
Primero de todo es necesario saber que, pasar una mala época y necesitar ayuda, no es de débiles. En ocasiones, parece que todo viene de cara y nos sentimos libres, alegres, con energía, etc. No hemos de hacer nada, pero tenemos esa sensación de que todo fluye. Sin embargo, existen otros momentos en que las cosas parecen girarse. A veces, incluso desconocemos las causas, pero aparecen emociones de tristeza o rabia, nos falta la energía, vemos todo negativo, etc. En esos momentos, cada persona tiene sus propios recursos para superar la situación. No obstante, a veces, es necesario un empujón, una chispa o un cambio de prisma para poder levantar el vuelo. No es que sean personas débiles, no nos engañemos. Son personas que están buscando una solución al problema que tienen delante. Por lo tanto, están enfrentándose a todo mostrando mucho coraje.
Por otro lado, ir al psicólogo o la psicóloga no es de débiles. Tal y como acabamos de decir, enfrentarse a los problemas requiere coraje. Hacer un ejercicio de autoconocimiento real, requiere coraje. Mirar dentro de uno mismo para aceptar lo que no nos gusta y valorar lo que nos gusta, requiere coraje. Ir al psicólogo, por lo tanto, requiere de esa fortaleza interna difícil de definir qué te motiva a mirar adentro y realizar cambios. Porque es así, quedarnos rígidos, estáticos y haciendo lo de siempre, es permanecer en la zona de confort. Las personas que dan el paso y acuden al psicólogo, en el fondo, están lanzando un grito más o menos alto, de que quieren un cambio, de que su zona de confort ya no les convence por lo que están dispuestos a salir y experimentar.
Por lo tanto, como sociedad empecemos a luchar por cambiar estos mitos. Reconozcamos el coraje y la valentía de las personas que piden ayuda. De esta manera, aunque no nos demos cuenta, estaremos potenciando que las personas quieran buscar soluciones y aceptar pedir el asesoramiento que necesitan. Porque nosotros como profesionales no nos engañamos, sabemos que ese momento de marcar el teléfono y pedir hora, puede hacerse muy duro; sabemos que la espera a la primera visita, puede asustar y angustiar; sabemos que se han de saltar muchos muros internos y externos para venir. Por ello mismo, queremos decirles a todos ellos que dan el paso, venir al psicólogo o psicóloga es de valientes.
¿Cuándo ir al psicólogo?
Esta duda aparece de manera frecuente entre las personas que se encuentran en situaciones complicadas y/o sienten malestar en su día a día. Son conscientes de que algún aspecto no va bien, pero a veces les cuesta identificarlo o verbalizarlo, por lo que van alargando el periodo hasta pedir hora.
Por un lado, se ha de tener presente que no existe una norma concreta que indique cuándo es el momento correcto para que una persona acuda al psicólogo o realice terapia. Cada persona reacciona y se enfrenta a su día a día de manera muy diversa, por lo que no se puede generalizar al respecto.
Por otro lado, dar el paso también resulta complicado para muchas personas. Reconocer que necesitan ayuda y superar los tabúes y los prejuicios resultan difíciles. Sin embargo, una vez superada esta fase, los beneficios que se pueden extraer de una terapia hacen que estos esfuerzos iniciales valgan la pena.
¿Qué puede indicarte que necesitas ayuda?
No encontrarte a gusto contigo mismo, ya sea a nivel físico como emocional.
- Sentir tristeza, apatía o falta de ilusión que empieza a agobiarte
- Percibir tu alrededor como amenazante y/ con sentimientos de soledad o incomprensión.
- Pensar que todo te sale mal o encontrar difícil visualizar las cosas positivas que te rodean.
- Sentir miedos que te incapacitan e impiden desarrollar tus actividades normales (salir a la calle, relacionarte con otras personas, permanecer en un sitio cerrado, hablar en público, viajar, etc).
- Mostrar rabia e ira de manera descontrolada, sin saber gestionarla ni controlarla.
- Presentar síntomas psicosomáticos a causa de la ansiedad o el estrés (insomnio, problemas digestivos, cardiovasculares, sexuales…).
- Padecer ansiedad y sus síntomas psicofisiológicos de manera constante
- Encontrarte estancado y no saber cómo reenfocar tu vida.
- Tener dificultades en las relaciones sociales, ya sea con la pareja, familia y/o amigos.
- Estar cansado en general, notar que te cuesta más estar concentrado, querer estar solo la mayoría del tiempo.
¿Qué tipo de intervenciones psicológicas existen?
A la hora de acudir a un psicólogo, las intervenciones que se pueden realizar son diferentes en función de la demanda. En nuestro Centro de Psicología Montjuic, las intervenciones de psicología que realizamos son:
- Asesoramiento y Orientación en los cambios que se producen a lo largo de la vida.
- Afrontamiento de situaciones estresantes que pueden afectar de forma negativa.
- Entrenamiento de habilidades necesarias para enfrentarse a determinadas situaciones y/o para poder desarrollarte de la mejor manera en tu día a día.
- Desarrollo de una autoestima sana que permita valorarnos y aceptarnos con nuestras cualidades y defectos.
- Trabajo sobre las emociones y la gestión de las mismas.
Por todo ello, si sientes que necesitas ayuda y tienes alguna duda de cómo te puede ayudar un psicólogo, te animo a que contactes y preguntes. Recuerda que normalmente la primera consulta telefónica es gratuita, por lo que no dejes pasar la oportunidad de ser ayudado por un profesional y solucionar tus problemas. De verdad, vale la pena.