La británica Lesley Pearson, de 74 años, llegó al pueblo de Algar (Cádiz) hace una década y se quedó prendada del lugar. De allí no se movió. Adquirió, junto a Frank, su marido, un chalet de 500 metros cuadrados, al que decidieron llamar «Casa Lele». Allí, en la vivienda idílica en la que la que el matrimonio depositó todas sus ilusiones, encontraron el pasado domingo el cuerpo sin vida de Pearson, que se encontraba enterrado y tapado con tablas y cal viva. Javi, el jardinero, ha confesado que fue él quien asesinó a su jefa, según informó El Español.
Tres año atrás, Lesley Pearson se había quedado viuda después de que Frank perdiera la vida en un fatídico accidente de tráfico, según adelantó The Mirror. «Desde entonces se sentía muy sola. Intentó vivir en esa casa tan grande durante un tiempo pero la soledad pudo con ella», explica una vecina, quien añade que «se fue a otra finca que tiene en Estepona. Allí hay más británicos y está más cerca de Gibraltar».
Después del fallecimiento de su marido, Lesley Pearson solo pasaba por ‘Casa Lela’ dos veces al mes. A lo largo de todos estos años a su vera estaba Francisco Javier Becerra, más conocido como Javi, un algareño de 45 años. Se podría decir que era su jardinero «fiel» ya que se encargaba del mantenimiento de su casa desde hacía muchos años. Era huérfano y «no muy sociable», según explica un camarero de la localidad. Vivía con su tío, enfermo de alzheimer, en el pueblo.
«Javi nos contó que Lele se había mudado y que le había dicho que vendiese todos sus muebles», sostiene la misma vecina. Y así hizo. Al parecer, el gaditano comenzó a vender algunos artículos de la británica por el pueblo. Sin embargo, las supuestas intenciones que tenía la británica de vender sus muebles eran mentira.
El pasado 11 de julio Lele alquiló un vehículo supuestamente para trasladar algunos enseres de la casa a la otra vivienda situada en la Costa del Sol malagueña. Las primeras sospechas comenzaron cuando la británica no devolvió el coche a las 24 horas acordadas. Un familiar suyo denunció la desaparición en la Guardia Civil en La Línea. Este domingo los agentes hallaron su cuerpo semienterrado y con signos de violencia en las inmediaciones de su finca. El autor del crimen había tapado el cadáver con tablas y cal viva.
Los agentes poco tardaron en localizar al sospechoso numero uno. Se trataba de Javi, su jardinero. Según ha adelantado, La Voz de Cádiz, las respuestas que dio a los investigadores sobre el paradero de la pensionista eran muy contradictorias. La comisión judicial realizó este lunes una reconstrucción de los hechos en la vivienda con él presente.
Este martes, el acusado declaró ante la jueza titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Arcos de La Frontera. Javi confesó ser el autor de la muerte de Lele. La magistrada decretó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza. Al parecer, Lele se enteró de que su jardinero estaba vendiendo sus enseres. El desenlace final supuestamente fue la muerte de la británica.
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