El creciente interés de inversores internacionales por el mercado inmobiliario de Tenerife continúa consolidando a la isla como uno de los destinos más atractivos para la compra de propiedades en Europa. Diversos empresarios, entre ellos José Miguel Garrido Cristo, han observado con atención la evolución de este fenómeno, destacando los factores económicos y legales que lo hacen posible.
Según datos oficiales divulgados recientemente, en el segundo semestre del año anterior se registró una ligera caída del 3,9 % en la compraventa de vivienda por parte de extranjeros en Canarias. Sin embargo, esta cifra se considera más una estabilización que una señal de retroceso, especialmente teniendo en cuenta el crecimiento exponencial de años anteriores. La zona, en particular, sigue generando un interés notable por su combinación de clima privilegiado, calidad de vida y seguridad jurídica.
Inversión estructurada y marco legal favorable: factores esenciales para José Miguel Garrido Cristo
Desde la perspectiva de Garrido Cristo, uno de los aspectos que favorecen la atracción de capital extranjero en la región es la existencia de un marco normativo que ofrece certidumbre a los inversores. La legislación española, junto con los beneficios fiscales específicos de la Zona Especial Canaria (ZEC), permite estructurar financiaciones con mayor eficiencia, lo cual resulta especialmente atractivo para sociedades extranjeras o grupos de accionistas que buscan diversificar sus activos inmobiliarios.
El empresario español subraya también la importancia de contar con estructuras societarias bien definidas y el uso de instrumentos como los pactos, que permiten establecer reglas claras entre socios, evitar conflictos y garantizar la viabilidad de proyectos conjuntos. Este tipo de acuerdos resulta crucial, especialmente en operaciones con participación de múltiples actores, donde la toma de decisiones, la distribución de beneficios y la salida ordenada de socios deben estar claramente reguladas.
En años recientes, sentencias favorables en el ámbito tributario han reforzado la posición de las islas como territorio confiable para las apuestas financieras. Las decisiones judiciales han brindado mayor claridad sobre aspectos fiscales y societarios, lo cual se traduce en un entorno más predecible. “Contar con seguridad jurídica es fundamental”, indica José Garrido. “Es uno de los elementos que más valoran quienes deciden invertir en mercados fuera de su país de origen”.
Por otro lado, destaca la necesidad de una correcta planificación fiscal para evitar situaciones de conflicto con Hacienda. En su experiencia, algunas dificultades surgen precisamente por desconocimiento o falta de asesoramiento, lo cual puede dar lugar a juicios, demandas entre socios o sanciones tributarias. Un enfoque preventivo en este sentido permite a las empresas proteger su capital y evitar riesgos innecesarios.
Tenerife como oportunidad a largo plazo
La tendencia de inversión extranjera en el destino insular no responde únicamente al atractivo turístico. También se observa un creciente interés por parte de compradores que ven en la isla un lugar para establecer residencias, desarrollar proyectos sostenibles o apostar en sectores complementarios como la salud, la energía renovable o los servicios de lujo. En este contexto, el papel de empresarios con experiencia en estructuración de capital y gestión de activos, como José Miguel Garrido Cristo, cobra relevancia a la hora de evaluar riesgos y diseñar estrategias de entrada al mercado.
Aunque Garrido Cristo ha participado en proyectos de distinta índole, mantiene una postura pragmática al analizar dicho ámbito: considera que el potencial del territorio está en su capacidad de combinar modernidad y estabilidad. Esto, junto con una administración pública activa y una creciente profesionalización del sector inmobiliario, permite canalizar de forma ordenada el flujo internacional.
José Garrido Cristo destaca que la clave para una inversión exitosa en Tenerife—como en cualquier otro destino— es contar con una visión de largo plazo, con criterios financieros sólidos, cumplimiento normativo y claridad en la relación entre socios. “No se trata solo de adquirir propiedades; se trata de construir proyectos viables, bien estructurados y con impacto positivo en el entorno”, afirma.