La Guardia Civil ha concluido el rastreo en las dependencias del colegio Isaac de Vega, de Granadilla de Abona (Tenerife), sin hallar artefacto explosivo alguno, de cuya colocación avisó una persona que llamó al centro con el objetivo de “boicotear” la campaña de vacunación contra la covid-19 en la población de cinco a once años.
Así lo ha confirmado en declaraciones remitidas a los medios el director territorial de Educación de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Federico Delgado, quien censura esta acción “totalmente injustificada”, que “altera la vida del centro” y de los alumnos, y sus familias, además de profesores y el resto de trabajadores.
Delgado detalla que durante la intervención de los cuerpos y fuerzas de seguridad fueron desalojados los 430 alumnos del centro al colegio más cercano “para mantener su seguridad y tranquilidad”, y añade que el aviso de bomba produjo “nerviosismo y ansiedad”.
Garantiza, por lo demás, que la Consejería de Educación “se compromete rotundamente a seguir adelante con la responsabilidad que le corresponde”.
La Guardia Civil desplegó a agentes de la unidad de seguridad ciudadana y de la de desactivación de explosivos (GEDEX), que hizo comprobaciones y acordonó el centro.
En un comunicado del centro remitido a las familias se indica que la persona que hizo la llamada dijo literalmente: “hemos puesto una bomba para que no vacunen a nuestros hijos”.
Fuentes de la Consejería de Educación señalan a Efe que una asociación contraria a la vacunación contra la covid-19 viene remitiendo varias cartas a la Consejería y a algunos centros educativos, antes incluso de que se conocieran los planes para administrar las dosis en centros educativos.