Un avión de la compañía Vueling que había partido de Málaga y tenía como destina Barcelona vivió una situación muy tensa cuando los pasajeros se encontraron con que la cabina comenzaba a llenarse de humo. Ocurrió en la noche del pasado viernes y, para garantizar una evacuación más rápida, se utilizaron las rampas de emergencia.
Según Aena, eran las doce de la noche cuando se dio la alerta por la presencia de «mucho humo» dentro del avión, que había salido de Málaga casi una hora antes. Con todo, se tuvo que activar el protocolo para aterrizaje preferente, llevando a cabo la evacuación de una manera rápida sin que ninguno de los pasajeros sufriera ningún daño, más allá del miedo y los nervios después de lo sucedido.
Fuentes de Vueling han indicado a EFE que los pilotos pidieron “prioridad” para aterrizar siguiendo “los procedimientos de seguridad” al detectarse humo en la cabina. “Todos los clientes fueron evacuados de manera segura. Vueling se encuentra investigando el incidente con las autoridades competentes para determinar las causas”, han agregado estas fuentes.
Evacuación de emergencia la noche de ayer en el aeropuerto de El Prat, de el avión de @vueling que cubría la ruta entre Málaga y Barcelona. Estamos pendientes de las explicaciones de la aerolínea. #vueling #turama @controladores pic.twitter.com/tFEk3cQIFM
— Turama (@turama_es) September 14, 2019
Por su parte, Javier Calderón, portavoz de una cuarentena de viajeros del vuelo VY2118, ha explicado a EFE que, cuando faltaban unos veinte minutos para aterrizar en El Prat, se empezó a notar la presencia de humo en la cabina y, rápidamente, los asistentes pidieron al pasaje que “se tapara las fosas nasales con las manos y bajará al máximo sus cabezas hacia las piernas”.
Calderón lamenta que nadie de la tripulación explicara al pasaje, cada vez más nervioso, el origen del humo, que él atribuye a la combustión de algún plástico, eventualidad para la que el avión no estaba dotado con mascarillas especiales con filtros.
La tripulación, agrega Calderón, proporcionó, “con demora” y no a todos los pasajeros, toallitas de papel humedecido. “En cualquier caso -agrega-, pareció que se actuaba sin protocolo por parte del personal de tripulación, a diferencia de dos tripulantes de Ryanair que estaban en calidad de pasajeros, los cuales proporcionaron valiosas indicaciones a las personas de su entorno más próximo”.
La situación, narra, ocasionó que varias personas sufrieran ataques de pánico, especialmente cuando la nave había tomado tierra, no se activaban las rampas de emergencia y había “una alta concentración de humo en el habitáculo”, lo que hacía difícil respirar.