La Covid persistente es un síndrome que pueden padecer aquellas personas que hayan superado la enfermedad provocada por el coronavirus, sin necesidad de haber pasado una infección grave, ya que puede afectar también a pacientes leves del virus.
Sus síntomas persisten semanas o meses después de la infección inicial del virus, e incluso pueden aparecer después de un tiempo sin ellos. Los más habituales, como el cansancio o la denominada «niebla mental», han llegado a ser comparados con otras enfermedades como el síndrome de fatiga crónica o encefalomielitis miálgica (EM/SFC). Una nueva investigación publicada en la revista Pathogens sugiere ahora que la manifestación de estos síntomas no son solo una coincidencia.
Según explican los investigadores, en algunos casos, ambas enfermedades crónicas pueden tener raíces similares. El estudio llevado a cabo en 185 pacientes en EE UU mostró que la mayoría de los que padecían Covid persistente también dieron positivo en la reactivación del virus de Epstein-Barr (VEB).
Según recoge Science Alert, este virus es una de las infecciones virales más comunes que existen, ya que la gran mayoría de las personas en todo el mundo lo contraen en algún momento de sus vidas. Tras superar la fase de infección aguda, una versión inactiva del virus permanece en el cuerpo durante toda la vida.
Al pasar períodos de estrés psicológico o fisiológico -como por ejemplo, los de una pandemia mundial-, este virus puede reactivarse y causar síntomas similares a los de la gripe.