El COVID-19 está afectando a todo el mundo sin piedad, pero las respuestas de los países arrojan resultados diferentes incluso estando pegados unos a otros. En Europa, hay un país que destaca especialmente por sus datos: Portugal.
Este domingo, Portugal tenía 16.585 casos y 504 fallecidos, es decir, una tasa de letalidad del 3%. Al mismo tiempo, la tasa en España es del 10% (166.019 casos y 16.972 fallecidos). ¿Cuáles son las claves de esta diferencia tan abismal?
Se cree que la primera clave es la velocidad de reacción del Gobierno luso. Cuando Portugal tenía una incidencia muy baja de casos, se adoptaron medidas drásticas de contención del virus. De hecho, declararon el estado de emergencia un día antes que España.
También es importante el clima político. El Gobierno, socialista, no ha tenido enfrentamientos con la oposición y el clima de colaboración ha sido extremo.
Su geografía también ha ayudado. Portugal sólo tiene frontera terrestre con España por lo que el control de entradas y salidas ha sido fácil. Según el diario ABC, la respuesta ciudadana en Portugal ha sido también muy buena, sin apenas rupturas de la disciplina del confinamiento.
Según el diario El País, se desarrolló una red de cuidados primarios, de tal manera que el 82% de los contagiados se recupera en su casa y en los hospitales sólo están los casos más graves. No hay centros hospitalarios saturados y los hospitales de campaña están sin estrenar. Además, el 90% de los casos están en Lisboa y Oporto.