El fiscal ha considerado que las tres hermanas que denunciaron siendo menores de edad en Gran Canaria a su padre, su madre y un exnovio de esta por malos tratos y abusos sexuales “vivieron un horror”, por lo que ha pedido que se les condene a 42, 25 y 15 años de prisión, respectivamente, mientras que las defensas reclaman la absolución.
En su informe final, el fiscal Luis Estévez ha argumentado su petición de condena ante la sección primera de la Audiencia de Las Palmas en sus testimonios y en el relato de las testigos que presenciaron los malos tratos, una amiga de la madre y dos tías de las menores, así como en el de los agentes de la Guardia Civil que fueron a la casa de las niñas, que tenían 15, 13 y 11 años cuando denunciaron.
El fiscal ha recalcado a Efe que en sus declaraciones, según los informes psicoforenses de cada una de ellas, no se observa indicios de “mentira instrumental ni de simulación o exageración de síntomas”, lo que desacredita la prueba de la defensa que sostiene que las menores han sido manipuladas por una de las tías, que es con la que vive la pequeña y quiere tenerlas en acogimiento.
Los malos tratos que sufrieron porque les privaban de alimentos y les pegaban palizas y sometían a castigos ocurrieron, según las menores, entre 2014 y 2018, que fue cuando denunciaron los hechos.
Unos hechos que, en relación al maltrato, también han quedado corroborados por las declaraciones de los agentes de la Guardia Civil que fueron a identificar al padre de las menores a la casa, al principio de las actuaciones, ha señalado el fiscal.
Estos dijeron en el juicio que la alacena donde guardaban la comida estaba cerrada con un candado y la llave la tenía escondida, ha recordado el fiscal, que también ha hecho hincapié en que el acusado les dijo que las niñas estaban bien alimentadas sin que los agentes le formularan pregunta alguna al respecto, según Estévez.
En cuanto a los abusos sexuales sufridos por la mayor de las hermanas por parte del padre y del exnovio, el representante de la acusación pública ha señalado que no solo los ha mantenido en su declaración, sino que el informe psicoforense también es claro al respecto, ya que no aprecia mentira, simulación o exageración.
Además, ha recalcado que las tres hermanas, la mayor solo por parte de madre, ya que las dos menores son hijas del acusado, pidieron ayuda en muchas ocasiones a sus tías, a vecinos y amigos por la situación que vivían.
Las defensas han solicitado la absolución de los tres acusados ante las contradicciones que observan en la declaración de las niñas y de las testigos que se han prestado declarado en el juicio y, sobre todo, porque la hermana mayor y la segunda se han desdicho de gran parte de las acusaciones que formularon contra el padre, J.I.G.S., la madre, M.P.S.S. y su expareja R.A.D.R.
El letrado de la madre, Jesús Alberto Fernández, ha destacado a Efe que no es la primera vez que ocurre, en 2015 las tres hermanas ya acusaron de abusos sexuales y malos tratos a sus padres pero después dijeron que era mentira y que habían sido instadas a ello por sus tías.
Fernández ha indicado que, en 2009, la mayor de las hermanas denunció al padre por lesiones, después dijo que había sido la madre y en una tercera ocasión volvió a acusar al padre y argumentó que cambió su versión porque le había amenazado.
Los dos procedimientos quedaron archivados por el cambio de sus testimonios y en ambos han intervenido las tías, ha recalcado el letrado.
El abogado del padre, en sus conclusiones, ha subrayado la “absoluta falta de credibilidad de las niñas” como ya se puso evidencia en los dos anteriores procedimientos.
El letrado Antonio Calvo ha señalado a Efe que las niñas “llevan mintiendo” en tres procedimientos y en este último por cuatro delitos que en el juicio, sobre dos de ellos han dicho que son falsos y que mintieron con lo que “la falta de credibilidad es absoluta”, ha insistido.
En relación al informe forense, ha remarcado que no se les hizo ninguno respecto a la credibilidad, por lo que, según Calvo, no existe prueba de la culpabilidad de ninguno de los delitos.
En el informe en el que se basa el fiscal se señala que las niñas presentan secuelas pero no se puede establecer una relación directa con los hechos denunciados, aunque son compatibles con situaciones de abusos o de maltrato, ha apuntado.
En el juicio, sin embargo, los forenses señalaron a preguntas suyas que esas secuelas pueden ser compatibles también con otras situaciones: por haber vivido en centros de acogida, estar en desamparo, vivir con familiares o incluso por acoso escolar, por lo que considera que el informe no es concluyente.
En esta causa hay dudas razonables y se debe aplicar el principio jurídico “in dubio pro reo”, ha concluido Calvo.
La letrada del exnovio de la madre, Olivia Rodríguez, ha pedido la absolución de su cliente porque la mayor de las hermanas, que era quien lo acusaba de abuso sexual, se ha retractado en el juicio de todo lo dicho, pues indicó que no tuvo relaciones sexuales con él y que no sabe por qué lo dijo, y además ningún testigo los vio y, según la menor, no lo veía desde hacía 10 años.