La estación de servicio La Chasnera, en el kilómetro 54 de la TF-1 en el municipio de Granadilla de Abona, conocida como El Surtidor de la fortuna, desde que en 2013 repartiera el segundo premio completo (200 millones de euros) del sorteo de la Lotería de Navidad, se ha convertido desde entonces en un lugar de peregrinación para aquellos que aspiran a sacarse el Gordo o algún pellizco de la tradicional lotería navideña, en la que nunca ha fallado La Chasnera, porque en estos últimos seis años siempre ha repartido parte de los principales premios, incluido algunos décimos sueltos del máximo premio.
Aunque las colas se han ido sucediendo desde hace semanas, ahora, a falta justo un mes para el próximo sorteo (domingo 22 de diciembre), cientos de personas, venidas de todas partes de Tenerife, incluso de fuera de Canarias, se agolpan en el mostrador de la receptora situado en la tienda de la gasolinera más famosa de España, tercer receptor de lotería que más vende en el país.
A falta de un mes, según afirma Luis de Montis, director de SELAE (Sociedad Española de Loterías y Apuestas del Estado), ya es imposible lograr la terminación 13 en las máquinas expendedoras, y hay otras fracciones como el 69 o las terminaciones en 5, la más frecuente del Gordo, que son casi imposibles de lograr. De Montis recuerda asímismo que la media de gasto per cápita en Canarias en superior en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, con 57 euros, casi veinte más que en la provincia de Las Palmas. Algunos, no sin razón, afirman que esto se debe a que muchos grancanarios se acercan a comprar la lotería a La Chasnera, que lleva seis años consecutivos dando siempre décimos de los primeros cinco premios.