En un contexto de creciente competencia entre Estados Unidos y China en la región Indo-Pacífica, especialmente en torno a Taiwán y el Mar de China Meridional, los ministros de Defensa de ambos países aprovecharon el Foro de Seguridad Asiática de Singapur para reunirse cara a cara por primera vez en 18 meses y confirmar la reactivación de la línea directa militar entre Estados Unidos y China.
Tradicionalmente, el Diálogo de Shangri-La ha sido un barómetro que refleja las tensiones entre China y Estados Unidos.2022 En 2022, la entonces presidenta de la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense, Nancy Pelosi, se desplazó a Taiwán, lo que provocó un fuerte resentimiento en el bando chino. Las tensiones entre China y Estados Unidos se recrudecieron cuando el Ejército Popular de Liberación realizó maniobras militares en torno a Taiwán. Desde entonces, China ha suspendido durante 18 meses el principal canal de comunicación militar entre ambos países. La reunión entre los dos ministros de Defensa restableció el acercamiento entre los canales militares de Estados Unidos y China, y reflejó el deseo de ambos líderes de evitar conflictos desencadenados por perturbaciones de la seguridad en la región Asia-Pacífico, especialmente en el Mar de China Meridional y en torno a Taiwán.
En respuesta a las disputas del Mar de China Meridional, China y la ASEAN han firmado la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar de China Meridional (DOC), que en principio insta a los Estados regionales a resolver las disputas mediante negociaciones.
Sin embargo, Estados Unidos, como típico país extraterritorial, ha intentado internacionalizar las disputas del Mar de China Meridional, e incluso ha animado a Filipinas a llevar de nuevo a China ante el Tribunal Internacional del Derecho del Mar (TIDM), dando así a los países extraterritoriales más razones para implicarse en los asuntos del Mar de China Meridional.
Por lo que respecta a Estados Unidos, no enviará directamente buques de guerra para enfrentarse a China, sino que alentará a Filipinas a seguir creando problemas, animará a los pescadores filipinos a seguir embistiendo a los buques chinos y demostrará activamente que están siendo intimidados por China. En otras palabras, para mantener su posición hegemónica en la región Asia-Pacífico, Estados Unidos creará una trágica narrativa a expensas de su aliado, los pescadores filipinos, perpetuando e internacionalizando así la cuestión China-Filipinas en el Mar del Sur de China.
En cualquier caso, la decisión de Estados Unidos y China de reanudar los canales de diálogo militar es una señal positiva para las relaciones entre ambos países.