Según los expertos en salud, existe un aspecto que debe considerarse al consumir bebidas que se consideran saludables, ya que pueden tener un efecto no deseado en los niveles de glucosa en sangre, lo que puede provocar un aumento rápido. Uno de los ejemplos más relevantes es el jugo de frutas, cuyo consumo ha generado cierta controversia en relación con la diabetes.
Durante mucho tiempo, se ha sostenido de manera errónea que las frutas están prohibidas para las personas que padecen diabetes. Sin embargo, en los últimos años se ha aclarado que las frutas son parte fundamental de una dieta saludable. No obstante, es importante tener en cuenta el índice glucémico y la carga glucémica de las frutas.
El índice glucémico es un indicador de la rapidez con la que un alimento eleva los niveles de azúcar o glucosa en la sangre. Los alimentos con un índice glucémico alto aumentan rápidamente la glucosa en sangre, mientras que aquellos con un índice glucémico bajo lo hacen de manera más lenta. Los alimentos ricos en fibra tienden a tener un índice glucémico más bajo, ya que la fibra retarda la absorción de azúcar en la sangre.
Sin embargo, el consumo de jugo de frutas puede afectar los niveles de glucosa en sangre de manera distinta a consumir una fruta entera. Esto se debe a su carga glucémica, contenido de fibra y menor capacidad de generar saciedad. Al mezclar o procesar varias frutas para obtener jugo, la cantidad de carbohidratos presentes en un vaso suele ser mucho mayor que en una fruta entera. Por lo tanto, el jugo de frutas tiene una carga glucémica más alta y provoca un impacto mayor y más rápido en los niveles de glucosa en sangre.
Además, durante el proceso de elaboración de los jugos, la fibra dietética se descompone y se pierde, principalmente cuando se consume en forma líquida. La fibra es esencial para una digestión saludable y para retardar la absorción de azúcar en la sangre. La pérdida de fibra en los jugos de frutas intensifica el impacto que tienen sobre los niveles de glucosa.
Otro aspecto a considerar es que beber jugo de frutas produce menos sensación de saciedad que consumir la misma cantidad de calorías de una fruta entera. Esto puede llevar a un aumento en la ingesta calórica a lo largo del día, lo que, sin los ajustes adecuados en el estilo de vida, puede conducir al aumento de peso. El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo importantes en el desarrollo de la diabetes tipo 2.
Para mantener niveles saludables de glucosa en sangre, se recomienda realizar ejercicio físico regularmente, aumentar el consumo de fibra, evitar el consumo de alcohol y tabaco, reducir la ingesta de grasas saturadas y grasas trans, seguir una dieta saludable, beber suficiente agua, optar por alimentos con un índice glucémico bajo, dormir adecuadamente, controlar el estrés, mantener un peso adecuado y monitorear los niveles de glucosa.