Las formaciones que concurren a las elecciones generales del 10 de noviembre tienen problemas para cubrir las mesas electorales con interventores. Hasta el PSOE de Canarias, que gobierna en prácticamente todo el circuito de poder, tiene dificultades para afrontar el control y seguimiento en mesas electorales. Por el camino ha quedado las promesas de colocación en puestos de confianza entre líderes locales que movilizan votos.
En el PSOE de Canarias la ausencia de interventores genera preocupación porque tiene tareas de poder pero no logra que haya jóvenes apoyando el escrutinio el 10N. El 62% de la militancia del PSOE canario tiene una edad media de 55 años, según fuentes socialistas consultadas por Canariasenred.
En el PP están intentando resolver la cuestión designando apoderados en lugar de interventores. De esta manera, pueden recorrer varios colegios y mesas electorales. Pero a la hora de cerrar recuentos hay dificultades. Parte de los interventores que aportaban dirigentes se han mudado a Vox, que ha desarrollado una campaña de captación de efectivos humanos a lo largo de las últimas semanas.
Coalición Canaria y Nueva Canarias han movilizado simpatizantes y exaltos cargos a fin de poder posicionarse ante las urnas. La gran duda es saber qué número de interventores habrá en Agüimes, Gran Canaria, donde Roque Aguayro no apoya la alianza CC-NC. El partido de Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria y crítico con esta alianza, aportó en las elecciones locales de mayo un total de 86 observadores.